Boca jugó un gran partido sobre todo en el primer tiempo, en el que manejo bien la pelota y los espacios y con autoridad se impuso a Palmeiras. En la segunda parte, con el estadio en ebullición y su rival amenazando la clasificación, apareció el goleador Benedetto para poner el gol del empate y asegurar el pase a la final.
La ventaja de los dos goles conseguidos en el partido de ida en la Bombonera, le permitió al xeneize mostrar una mejor versión de su fútbol para imponerse ya en la primera parte ante con un gol a los 17 minutos de Wanchope Ábila. Nada mejor que sobreponerse a la adversidad de jugar de visitante en San Pablo y la presión de la clasificación de River a la final de la Copa Libertadores, mostrando actitud y e inteligencia para jugar un partido bravo y hostil. Y eso hizo el equipo de Barros Schelotto, quien sancionado por Conmebol, vio el partido desde un palco.
Había empezado golpeando Palmeiras, con un gol de Henriques que fue bien anulado por posición adelantada, por el árbitro Roldán ,quien se apoyó en el VAR para ratificar su decisión. Pero luego de esa acción, el equipo brasileño estuvo partido e impreciso. Y Los xeneizes fueron creciendo en protagonismo en la medida en que su rival les ofrecía poca resistencia.
A partir de entonces, el equipo xeneize tuvo su prueba psicológica y se repuso con fútbol, y tuvo tres llegadas en los primeros 15 minutos de partido. Y controló el balón desde la salida con Izquierdoz, el despliegue de sus volantes Pablo Perez, Barrios y Nandez muy activos, y comprometidos también con la recuperación de la pelota. Con Pavón volviendo a ser aquel jugador desequilibrante que fue antes del Mundial de Rusia, y Villa lanzado a la carrera para la contra. Y consiguió ponerse en ventaja pronto, con el gol de Abila, imparable para la defensa del equipo paulista.
Hasta Rossi, el arquero tan cuestionado, estuvo firme y tuvo intervenciones claves como el gol que le tapó a Lima. Boca se fue al descanso con la tranquilidad del gol de visitante y de haber asegurado el pase a la final. Palmeiras necesitaba entonces cuatro goles para dar vuelta la serie, y por la personalidad que habla mostrado hasta entonces Boca para jugar el partido, parecía una hazaña. Y con más actitud que fútbol, salió a la cancha en la segunda parte con el objetivo de descontar y mostrar una menor imagen ante su público.
Fue así que encontró el gol del empate en Luan, quien fue habilitado después de dos cabezazos en el área , por Magallán. Y minutos después, Gustavo Gomez de penal marcó el 2-1 después de una sucesión de errores del equipo xeneize.
Esa recuperación rápida de Palmeiras sumó preocupación en el equipo xeneize, y Gustavo Barros Schelotto mandó a la cancha al goleador Pipa Benedetto quien ingresó por Wanchope Abila. Y nada más ingresar, puso el 2-2, después de un gran pase de Pablo Perez.
Ingresó Zarate por Pavón, pero con el segundo gol el xeneize ya ejerció absoluta superioridad y se dedicó a cuidar la ventaja para asegurar la clasificación. Mientras Palmeiras se hundió en su frustración e impotencia.
Boca consiguió en San Pablo el pase a la final y enfrentará a River en una final histórica; la última que se jugará en partidos de ida y vuelta, y que tendrá en vilo a toda la Argentina. (CRÉDITOS AS)