Cuando se trata de interpretar el partido y de neutralizar al rival, Diego Vázquez es un cero a la izquierda, el argentino no es capaz de hacer el mejor análisis mi la mejor interpretación para poder superar o mejorar las cosas ante cualquier rival, pero cuando se trata de celebrar un gol, ahí si aparece como que él fuera el anotador, ahí desata toda su euforia.
Para decir verdad, Diego Vázquez es más celebrador de goles que entrenador, el argentino lo ha demostrado, cada gol que anota Motagua, la euforia de la celebración se apodera en el técnico argentino, quien le ha pedido a todos sus asistentes que deben de correr hacia él para abrazarlo, pero a la hora de identificar los problemas dentro de la cancha, son cagadales los que arma, así como pasó ayer en la perdida de 2-1 ante el Comunicaciones de Guatemala. Diego Vázquez se equivocó al realizar el cambio de Christopher Meléndez y enviar a la cancha a Matías Galvaliz. Dejando débil a su medio campo.
El fútbol de Motagua se ha venido abajo, no pasan de intentar todas sus jugadas por los costados, la apuesta siempre será envíar centros al área y esperar que algún atacante conecte una pelota de cabeza para convertir algún gol, es ahí en donde Diego Vázquez hace su mejor trabajo, gritarlo a todo pulmón y ser abrazado por su cuerpo técnico, luego en lo táctico y en la interpretación del partido, el argentino sigue en lo mismo.