Cuando se llega a un equipo como refuerzo, el jugador debe convertirse en una solución y no en un problema, dentro de la cancha debe resolver los problemas y no crearlos. El volante Alejandro Reyes, no los resuelve, los crea, tampoco los soluciona, los genera, eso ha demostrado cuando viste la camisa del Real España.
La noche de ayer quedó reflejado, Alejandro Reyes lo ratificó ante Motagua, mantiene un nivel que no incómoda a ningún rival, lo demostró en los dos partidos que jugó ante Olimpia, el volante armador, no arma ni crea, tampoco inventa, no deja de dar pases de siete metros al compañero, quiere todas las pelotas a los pies, no está dispuesto a sacrificarse, tampoco sale de su lugar de confort dentro de la cancha, no tiene cambios de ritmos, no ha sido solución para el Real España, se ha convertido en un problema, así como ha pasado con Mario Martínez.
Alejandro no ha podido hacer la diferencia en el equipo Aurinegro, al contrario, siempre tiene que salir de la cancha en todos los partidos que ha jugado de titular. Y todo se debe a qué no encaja aún en el esquela ni en la idea que pretende el mexicano Raúl Gutiérrez.