Un planteamiento asqueroso fue el que hizo Diego Vásquez la noche de hoy ante Olimpia, una decisión que le costó una humillante derrota de 3-1 en el primer partido de la semifinal.
Vásquez se la comió y se la tragó hasta el fondo, pagó caro su invento al salir a la cancha con el novato Jonathan Núñez y Emilio Izaguirre como volantes centrales, sacando provecho los futbolistas olimpistas al gozar del desorden futbolístico que demostraron ambos jugadores, ya no sabían en donde estaban parados. Núñez por joven y falta de experiencia y Emilio por no saber jugar la posición de la misma forma que lo hace por los costados.
Es de reconocer que Pedro Troglio se lo comió, le tiene la medida exacta, se aprovecha de la inocencia del técnico argentino de Motagua, pagó caro su arrogancia al perder de la manera más fácil que se puede perder un clásico, solamente bastó 45 minutos para ganar un partido que parecía difícil y que terminó siendo fácil para Olimpia.
Vásquez se equivocó, esa fue la razón por las que fue castigado sin piedad, no tuvo capacidad para entender el partido ante de iniciar.