El Vida de La Ceiba deleita a todos, gusta, juega bien, sabe darle un buen trato a la pelota, gana y somete a sus rivales, eso lo demostró en esta noche al derrotar por goleada de 4 -1 al Honduras Progreso en el estadio Municipal ceibeños.
El equipo cocotero llegaba a este partido con varias bajas, su técnico, Ramón Maradiaga y cinco jugadores dieron positivos a la prueba del Covid-19, pero eso no trastocó lo planeado y ante el Honduras Progreso, el cuadro ceibeño se mostró como el equipo que ha sido en el Torneo de Apertura, dominador, paciente y hostigador dentro de la cancha.
El Honduras Progreso fue sometido desde el arranque del partido por el Vida, que agarró la batuta del juego y buscó llegar por todos los sectores de la cancha, un Vida que no le regala la pelota al rival. Luis Palma, puso a ganar a los ceibeños, el delantero aprovechó una salida rápida, controló el balón, recortó y tuvo espacio para enviar el balón al fondo de la red. Una desconcentración del defensa Velásquez Colón, hizo que el futbolista enviara el balón a su propia meta y de esta manera Honduras Progreso conseguía el empate 1 -1 para regresar al descanso al camerino.
En la segunda mitad, el Vida regresó a la cancha lleno de furia, con toda la energía que necesitaban para vertir las cosas a su favor, Alexander Aguilar, aprovechó un centro que envió Luis Palma para vencer el arco del cuadro ribereño, el mismo Aguilar se encargó de anotar el tercer tanto para los Cocoteros, el veterano jugador metió velocidad en una pelota filtrada y venció al portero con un disparo de izquierda.
Vida nunca renunció al ataque, siempre fue el amo y señor de la cancha, se apoderó del rival, lo sometió, lo ahogó dentro del campo, el cuarto gol de la noche fue obra del capitán Carlos Melendez, el defensa cobró un penalti después de una falta cometida sobre el debutante Limberth Pérez. con esta victoria, el Vida se queda con el primer lugar del grupo del norte a espera de lo que puede hacer Marathón el día de mañana ante Motagua en el estadio Nacional de Tegucigalpa.