Tegucigalpa – Fernando Alonso ha vivido una calificación diametralmente opuesta a la de 2017 en las 500 Millas de Indianápolis. Entonces fue séptimo en la calificación, lo que le catapultó al Fast Nine de los nueve mejores para pelear por la pole, donde conquistó la quinta plaza final en parrilla. Pero aquél Andretti Honda no es McLaren Chevrolet de dos temporadas después y tendrá que jugarse la clasificación en la repesca.
Fernando sufrió desde el primer minuto después de un arranque nefasto en el que un pinchazo en la rueda derecha trasera le relegó al 34º puesto de 36, superando sólo a dos pilotos que besaron el muro como Karam y Hinchcliffe. «Con este viento, casi huracanado, y el pinchazo, ha sido un poco desastre», reconocía Alonso.
El español esperó mucho tiempo, más de tres horas, para salir de nuevo a realizar las cuatro vueltas lanzadas de las que se calcula la media para obtener el resultado final. Pero tuvo que abortar la tanda tras las tres primeras vueltas en las que no mejoraba sustancialmente su tiempo.
El primer giro fue sido soberbio, a 228 mph que le colocaba 13º provisional, pero luego perdió 2 millas de punta en la siguiente, y otras dos más en la tercera, con un insufruble subviraje en su McLaren.A las 22.20 el español realizó la tercera tanda y esta vez sí la completó para colocarse, por primera vez, dentro de los calificados, por los pelos, el 30º con una media exacta de 227.000 mph.
La siguiente, a las 22.40 fue peor y ya era 31º al terminarla, circulando entre 226 y 227 mph, hasta que a media hora del final hizo la mejor, colocando la media en 227.2, clasificado por los pelos ante el tramo final. Sin embargo, tras los arreones finales de sus rivales, finalmente cayó de nuevo al puesto 31 con lo que se jugará la plaza de repesca, a un solo intento, a partir de las 18 horas mañana.
Una tanda, contra otros cinco rivales, buscando una de las tres plazas que cierran los 33 de la parrilla.En 2017 fue capaz de lanzar su Andretti a 230,0 millas por hora, que luego mejoró en la pelea por la pole hasta los 231,300 mph, pero hoy se quedaba lejos en el mejor de los casos y sin constancia. Serviá, 19º, ya está dentro.