Era una noche de despedidas en Mendizorroza. La de Abelardo del Alavés y la del Girona de Primera división. El entrenador asturiano será recordado durante muchos años como aquel que salvó a los vitorianos del descenso la temporada pasada y el artífice de que muchos soñasen durante muchas jornadas con ver al Glorioso recorriendo Europa. Se despidió con una victoria necesaria para irse con un buen sabor de boca.
El equipo catalán decía adiós a la máxima categoría y se plantó en Vitoria con los brazos abajo. Aunque seguía teniendo una mínima opción de salvarse, nadie en el Girona creía que podía suceder. Y claro, no sucedió.
En un partido sin casi nada en juego y con varios no habituales sobre el césped, Wakaso quiso ser protagonista. Marcó el primer gol del partido, volviendo a ver portería más de dos años después. El centrocampista no anotaba desde el 1 de marzo de 2017, cuando jugada en el Granada, precisamente contra el Alavés.
Con los brazos abajo y sabiéndose en Segunda, el Girona no creó peligro y el Alavés llegaba al área rival casi sin querer. Salvarse perdiendo nueve partidos de los últimos 10 es complicado. Y por eso ha descendido el Girona. De coquetear con Europa ha pasado a bajar de categoría.
El partido estaba muerto pero los de Abelardo querían brindarle la victoria a su entrenador. Y ahí apareció Calleri. Se encontrño con un balón suelto dentro del área y reventó la pelota a la red. Ya con el duelo casi terminado, Portu, de lo mejor del Girona este año, marcó un buen gol. El del honor. El primero del regreso del Girona a Primera.