Marathón dejó escapar una oportunidad única de jugar la final del Torneo de Clausura, no pudo mantener el resultado que los ponía en la fiesta grande.
Denovan Torres: No estuvo en la altura del partido, pudo hacer más en el gol de cabeza de Juan Pablo Montes. Se quedó corto en la jugada.
Bryan Barrios: Se notó muy asustado en toda la tarde, se complicó en la marca en varias ocasiones, cometió faltas innecesarias. No aportó en ataque, un partido lleno de miedo.
Kevin Espinoza: Demasiado gordo, no esta para estos partidos, desconectado, fue superado con mucha facilidad.
Bryan Johnson: Se perdió en el primer gol de Motagua, muy tibio en defensa.
Samuel Córdova: De actuación regular, nunca se conectaron los defensas centrales del equipo, el talón de aquiles de Marathón.
Carlos Discua: No encajó, pecó de individualista en el partido, perdió muchas pelotas, jugó a un ritmo muy lento, ya no encaja en Marathón.
Allan Banegas: Lo rescatable del medio campo, lo intentó todo, cada pelota a balón parado era un peligro constante para la saga de Motagua. Jugó con mucha personalidad.
Jaudel Lahera: Uno menos, desconectado de la realidad del partido. Se tardó que lo sacaran.
Edwin Solano: Inexperto. Confundió todo, su deber era desbordar y levantar centro, jugó muy pegado a la banda, se complicó.
Carlo Costly: Lució errático, cansado, no fue efectivo, falló un gol cantado.
Yustin Arboleda: En un momento gracias a sus goles, Marathón estaba clasificado, el mejor de la cancha, comprometido, no había un complemento a su lado.
Héctor Vargas: Desastre, perdido, pecó de inocente, nunca pudo leer el partido, debió entrar en el segundo tiempo con dos contenciones, no se dio cuenta que su equipo estaba en la final, es culpable del resultado.