Tegucigalpa – El Espanyol cae por 3-0 ante el Getafe tras hacer un pésimo partido. Los blanquiazules fueron en el Coliseum una sombra de lo que habían sido hasta la jornada 11. Contra el ‘Geta’ encajaron su tercera derrota consecutiva, encajando ocho goles en tres encuentros y sin funcionar ni una línea.
Era un Espanyol desconocido y muy lejos de aquel conjunto que estaba causando sensación en la Liga, desplegando un magnífico juego. Enfrente se encontró con un adversario que leyó a la perfección el partido y que, cuando quiso, tomó el mandó del juego, se fue a por los tres puntos y lo consiguió gracias a los goles de Jorge Molina, Mata y Antúnez. Los tres tantos en la segunda mitad, dos primeros llegaron de fallos defensivos y el tercero de un rebote.
Rubi presentó tres caras nuevas en el once ante el Getafe, dos de ellas obligadas por la lesión de Sergio García y la gastroenteritis de Marc Roca. Piatti ocupó el lugar del delantero, Hernán entró por Baptistao y David López adelantó su posición al centro del campo, donde había la vacante del canteado, y dejó su puesto en el eje de la defensa a Óscar Duarte. Bordalás, en los azulones, hizo un cambio: Bruno jugó por el sancionado Cabrera.
Getafe y Espanyol empezaron el partido muy cautos, sin querer tomar la iniciativa sino esperar el momento adecuado para salir al contraataque. Mucho juego en el centro del campo, con marcaje de cerca y pocas ocasiones de peligro. La primera del ‘Geta’ llegó en el 14’ y Borja sacó el balón debajo de los palos. Mientras que los pericos no se acercaron a la meta de David Soria hasta el 26’. Piatti remató fuera una asistencia de Borja.
No hubo mucho más movimiento en las áreas en el último cuarto de hora. Jorge Molina y Amath fueron los que llevaron algo de peligro sobre la meta de Diego López mientras que Piatti fue el perico que más buscó la portería.
Se llegó el descanso con el 0-0 inicial, siendo la primera parte muy sosa en cuanto a juego. La contención ejercida por el Espanyol y el Getafe privaron de ver un buen espectáculo de fútbol.
La segunda mitad comenzó sin cambios pero con anécdota: el árbitro Mateu Lahoz paró unos minutos el partido al fundirse la iluminación de una de las torres del estadio, inaugurada antes el compromiso.
Bordalás no quiso esperar más y dio entrada a Portillo por Foulquier en el 54’. Dos minutos después llegó el primer gol del Getafe tras un fallo de Duarte. Jorge Molina, que ya había avisado en la primera parte, lo marcó tras elaborar él mismo una jugada tras recibir un pase de espaldas de Damián.
El 1-0 obligó al Espanyol a desplegarse en busca, como mínimo del empate, después de jugar una primera parte con las líneas muy juntas para evitar encajar. Pero no solo no lo consiguió sino que recibió un nuevo gol. Jaime Mata, en el 64’, se aprovechó de un error de Hermoso.
No le tocó más remedio a Rubi que cambiar su planteamiento inicial: dio entrada a Melendo por Óscar Duarte (65’). David López reubicó su posición volviendo al eje de la defensa y el joven ocupó su puesto en el centro del campo. Con ello buscó dar fortaleza defensiva y movilidad con el balón. El técnico puso toda la carne en el asador e hizo doble movimiento en el banquillo en el 68’: Baptistao y Puado sustituyeron a He rnán y Piatti, Los dos ‘nuevos’ fueron los compañeros de Borja en ataque. El Espanyol empezó a reaccionar cuando se vio con el agua en el cuello pero lo suficiente para crear peligro sobre la meta de David Soria.
El Getafe hizo un segundo cambio entrando Ángel por Mata, en el 75’. Y la fiesta siguió para los azulones. Llegó el tercer tanto en el 80’: un disparo lejano de Antúnes dio en la espalda de David López y el balón entró al fondo de la red.
Con el 3-0, ya solo existió un equipo en el campo: el de Bordalás. Los de Rubi fueron meros comparsas hasta el final.