Tegucigalpa –Football Leaks vuelve a sacudir el mundo del fútbol. El pasado 2 de noviembre, avanzaba que revelarían el cuestionable manejo de la prueba de dopaje positiva de una estrella mundial y hoy lo han hecho público. La figura es Sergio Ramos.
Según publican Mediapart y Der Spiegel, medios que forman parte del la red de Colaboraciones de Investigación Europea (EIC), la noche del triunfo del Real Madrid en la final de la Liga de Campeones de Cardiff ante la Juventus (2017) el capitán blanco dio positivo en un control antidopaje. La UEFA decidió archivar el caso dando por válidas las explicaciones del jugador y del médico del equipo madrileño. Ahora, el capitán del Real Madrid aparece involucrado en un nuevo asunto: según los documentos de Football Leaks, Ramos habría violado el protocolo antidopaje tras un partido de Liga en Málaga en abril de 2018.
Según la información de Football Leaks que publican Mediapart y Der Spiegel, el domingo 4 de junio de 2017, un día después de que el Madrid conquistara la Duodécima, una muestra llegó al laboratorio de control antidopaje en Seibersdorf, ciudad austriaca situada al sur de Viena. Tenía el código 3324822 y provenía de Gales. El tubo sellado contenía 110 mililitros de orina de un jugador del Real Madrid recogidos la noche antes de la final de la Liga de Campeones. Un mes después, el 5 de julio, el jefe adjunto del laboratorio encargado del análisis mandó los resultados a UEFA: la muestra contenía trazas de dexametasona, un preparado de cortisona que tiene un efecto anti-inflamatorio, sustancia que está incluida en la lista de prohibidas de la WADA (Agencia Mundial Antidopaje).
El código de la muestra pertenecía a Sergio Ramos. Dos días después de la llegada del informe a Austria, un miembro de la unidad antidopaje de la UEFA contactó con Ramos para recibir explicaciones. El jugador respondió el 10 de julio dirigiéndose a la empleada de UEFA. Según Der Spiegel dio una explicación de cuatro líneas. Comunicó que el médico del Real Madrid le había tratado el día antes del partido contra la Juventus añadiendo un informe médico firmado por los servicios del club. «Espero que esto aclare totalmente la situación», finalizó Ramos.
Der Spiegel expone las reglas que la AMA ha establecido para el uso de la dexametasona. Su administración está permitida antes de los partidos, pero es obligatorio que el médico del equipo informe de dicha administración durante la prueba de dopaje. Si el médico no lo hace y si se encuentran trazas de dexametasona, se considera un caso sospechoso de dopaje. El siguiente paso obligatorio es el inicio de una investigación. Y ese fue el problema del capitán del Madrid, indica el periódico alemán. En el formulario adjunto a la muestra, no se mencionó la dexametadosona. Sí se señaló que el central había recibido una inyección intraarticular el día anterior a la final de un medicamento diferente: Celestone Chronodose. Había recibido 1.2 mililitros de la sustancia en su hombro y otra inyección de la misma dosis en su rodilla. Al igual que la dexametasona, Celestone Chronodose, más conocida como betametasona, es un glucocorticoide y también tiene un efecto antiinflamatorio. También está en la lista de sustancias prohibidas de la AMA.
Según el informe de UEFA, Ramos estuvo acompañado en el control antidopaje por el Dr. A y que fue el que firmó el formulario junto al jugador. Semanas después, tras descubrirse la dexametasona, el Dr. A mandó un informe asumiendo el error a la hora de informar del tratamiento. Según el médico, se equivocó al comunicar las sustancias inyectadas (Celestone Chronodose) en el hombro y la rodilla debido a la «euforia del momento tras ganar el título». Fue un «error humano», escribió el Dr. A., «y, por lo tanto, comprensible». Argumentó que nunca tuvo la intención de «infringir ninguna regulación antidopaje».
La versión del médico fue aparentemente bien recibida en la unidad antidopaje y la UEFA cerró el caso. Según Der Spiegel, el máximo organismo del fútbol europeo le escribió en una carta: «En el futuro, le pedimos a usted y al médico de su equipo que sean sumamente cautelosos al completar el formulario de control de dopaje y, más precisamente, la declaración de la medicación».
Partido contra el Málaga, el 15 de abril de 2018
No sería la única vez que Ramos habría incumplido las normas de antidopaje. El 15 de abril de este año, tras el partido contra el Málaga, Ramos fue llamado para pasar el control antidopaje. Los documentos de Football Leaks revelan que el jefe de la Unidad de Control de Dopaje de la Agencia Antidopaje española mandó un informe de dos páginas al jefe médico del Madrid seis días después en el que informó de lo sucedido.
Según este documento, Ramos le habría preguntado si se podía duchar antes de dar la muestra de orina, alegando que el equipo quería volar a Madrid lo antes posible. Pero se lo prohibieron. Según las normas de la agencia no es posible ducharse o ir al servicio antes de un test de orina. Ramos, según ese informe, expresó su «disgusto», igual que el médico del Real Madrid, pero la postura del oficial antidopaje no varió e insistió en que Ramos no se duchase antes de la prueba. Sin embargo, el sevillano ignoró las indicaciones y se duchó, «a pesar de mi advertencia», escribió el oficial.
Según las normas de la agencia no es posible ducharse o ir al servicio antes de un test de orina. Ramos, según ese informe, expresó su «disgusto», igual que el médico del Real Madrid, pero la postura del oficial antidopaje no varió e insistió en que Ramos no se duchase antes de la prueba. Sin embargo, el sevillano ignoró las indicaciones y se duchó, «a pesar de mi advertencia», escribió el oficial.
Después de recibir la carta de la agencia antidopaje española a finales de septiembre de 2018, informa Football Leaks, Ramos y el Madrid tenía 10 días para alegar. Tanto el capitán como el Madrid se negaron a contestar a las preguntas de la red de Colaboraciones de Investigación Europea (EIC). La agencia española de lucha contra el dopaje dijo en una declaración que «en el presente caso, el resultado de los procedimientos de investigación no estableció ningún hecho que permita concluir que hubo un acto que constituye una violación antidopaje».