Isamu Kato viajó más de 22 horas desde Tokio a Buenos Aires para ver la primera final ante River Plate, pero el árbitro chileno Roberto Tobar suspendió el partido. Se devuelve esta noche a su país.
Acompáñenme a seguir esta triste historia. El japonés Isamu Kato, fanático de Boca Juniors, vive un verdadero drama porque viajó desde Tokio hasta Buenos Aires para seguir a los xeneizes en la final de Copa Libertadores ante River Plate, y finalmente no podrá verlo en vivo.
Este hincha trotamundo de 31 años viajó por más de 33 horas desde su país hasta Argentina, gastando más de tres millones de pesos chilenos entre pasajes y la entrada, por la cual pagó un millón, para quedarse menos de 24 horas en suelo trasandino y ver en primera fila esta definición.
Sin embargo, la decisión del árbitro chileno Roberto Tobar de suspender el partido, y la medida de Conmebol de aplazar el partido para mañana, lo obligará a tener que vender su entrada, o quedársela como recuerdo, ya que esta noche debe partir de vuelta a Japón