Maleantes aprovecharon que Jordi Alba viajaba a Milán para jugar junto al Barcelona frente al Inter de Milán por la cuarta fecha de la Champions League y entraron a su casa para llevarse objetos de valor.
Según la policía catalana los antisociales entraron por el jardín y escalaron hasta el segundo piso, forzando una persiana de una ventana. Adentro manipularon una caja fuerte y revolvieron la casa.
La familia del futbolista estaba adentro cuando ocurrió el robo, pero no se percató. Además, el vigilante de seguridad dijo que no vio nada, solamente un vehículo sospechoso que estaba estacionado en las cercanías.