La Confederación Sudamericana de Fútbol conmemoró afiebradamente el paso de Boca Juniors a la final de la Copa Libertadores luego de su empate ante Palmeiras en Sao Paulo, y sentenció la superclásica definición ante River Plate, hecho inédito en el torneo más antiguo de clubes del mundo.
Sin embargo, desde las oficinas de Luque surgió rápidamente el autodesmentido. Y es que Gremio denunció al conjunto millonario, y específicamente a su técnico Marcelo Gallardo, por su ingreso a camarines -estando suspendido- durante el partido que disputaron el martes en Belo Horizonte.
Por eso en el ente rector del fútbol sudamericano, ya avanzada la madrugada de este día jueves, decidieron poner en suspenso la disputa de las finales entre los archirrivales argentinos, a la espera de lo que dictamine la Unidad Disciplinaria sobre el entrenador de los millonarios.
A través de su cuenta de Twitter, y luego de anunciar que «Boca Juniors y River Plate se enfrentarán en histórica final de Copa Libertadores», la Conmebol agregó que el choque se encuentra «sujeto a la decisión de la Unidad Disciplinaria respecto al reclamo de Gremio».
De todas formas, ya se adelantó que la sanción no recaerá sobre River Plate sino que solo sobre Gallardo, quien fue el individuo que incumplió la sanción. De esta manera, casi con seguridad se le impedirá aparecer en las finales ante Boca Juniors.
La denuncia de Gremio también servirá para ajustar fechas, ya que inicialmente las finales se disputarían el 7 y 28 de noviembre, pero el venidero Mundial de Clubes y una cumbre de líderes internacionales en Buenos Aires llevarán a modificar la programación original.