La Real sigue atascada en su nuevo estadio y vio cómo el cuarto partido de la temporada en el remodelado Anoeta tampoco le sirvió para brindar a su público la primera alegría. Los txuri urdin, en otro partido en el que les costó mucho generar ante la portería contraria, empataron a cero ante un Girona que nunca quiso poner en riesgo el punto federativo y que se lleva un punto que deja buen sabor de boca a los de Eusebio, que regresaba a Donostia siete meses después de su destitución.
Los dos equipos vivieron lejos de las áreas en la primera mitad y apenas tuvieron trabajo los cancerberos. Algo más tuvo que emplearse Bono, a quien probaron desde fuera del área Pardo, Bautista y Sandro, que fue el único de los tres que estuvo cerca del gol, al soltar un derechazo que tras pegar en el arquero visitante se estamparía en el poste. El otro txuri urdin que logró inquietar la meta gerundense fue Oyarzabal, que no se cansó de tirar desmarques de ruptura. Uno de ellos lo leyó Navas, que le dejó en ventaja ante Bono. Disparó cruzado, pero se mostró seguro para atajar el portero.
El central andaluz fue el mejor de los realistas en el primer acto, encontrando a los atacantes por dentro y buscando cambios de orientación cuando la situación lo sugería. En cualquier caso, la Real no inquietó en exceso a un Girona que por momentos se sintió cómodo sobre el verde de Anoeta, pero que tampoco se atrevió a estirarse. Moyá vivió inédito en los primeros 45 minutos, al menos hasta el minuto 44, cuando no fue capaz de entenderse con su defensa y se vio obligado a intentar salir regateando del área pequeña para evitar la cesión. A trompicones, evitó el peligro instantes antes de que González Fuertes decretara el descanso.
Los primeros compases de la reanudación no cambiaron demasiado el decorado del encuentro. La Real no conseguía darle al choque la electricidad necesaria para poner en apuros a su rival y el Girona estaba conforme con el discurrir de los minutos. Justo cuando más cómodos estaban los catalanes, despertó el equipo de Garitano de su letargo. Juanmi, que entró poco antes de la hora del partido, encontró profundo a Sandro que se sacó un disparo cruzado que, como sucediera en el primer tiempo, desvió Bono para que pegara en el palo.
Oyarzabal cogió el rechace y también intentó ponerla al palo contrario. De nuevo el meta gironí estuvo felino para desviar.
Parecía que esa doble acción de peligro podría meter a la Real en el partido, pero no fue más que un mero espejismo. Los txuri urdin no fueron capaces de generar juego y los gerundenses cada vez tenían más ganas de que el colegiado pitara el final. Sólo un susto de Lozano tras un córner y un chut lejano de Sangalli sobresaltaron el monótono camino hasta el minuto 93.
FICHA TÉCNICA:
Real Sociedad: Moyá; Gorosabel , Aritz, Navas, Kevin Rodrigues; Zubeldia, Illarra, Pardo (Sangalli, min. 73); Sandro (Willian José, min. 66), Bautista (Juanmi, min. 57), Oyarzabal.
Girona: Bono; Ramalho, Bernardo, Juanpe; Porro, Pons, Borja (Aleix García, min. 88), Douglas Luiz, Benítez; Portu (Stuani, min. 71), Doumbia (Lozano, min. 55).
Árbitro: González Fuertes. Mostró amarilla a los locales Kevin Rodrigues, Illarramendi, Aritz Elustondo y a al visitante Porro. CRÉDITO MUNDO DEPORTIVO
