(CRÉDITOS AS) Marc Márquez acaba de ganar el GP de Japón y de lograr su quinto título en MotoGP, el séptimo de su exitosa andadura mundialista contanto el de 125cc y el de Moto2, y con sólo 25 primaveras. Una de las primeras cosas que ha confesado es que se le ha salido el hombro en la vuelta de honor, al abrazarse con Redding, y ha comentado las claves de su nueva corona:
–Felicidades por el nuevo título, campeón. ¿Cuántas pantallas tiene su videojuego? ¿Dónde está su límite?
-De momento estamos en el nivel siete y espero no encontrar el límite. Este es el objetivo y mentalidad de cualquier deportista y trabajas todo el año para conseguir esto, lo que te da más motivación para conseguir el siguiente nivel. Cuanto más ganas, más quieres. Es lo bueno del deporte, si trabajas bien llegan estos momentos que son los más bonitos de celebrar. El año que viene tendré la presión de luchar por otro título y espero que sea la tónica de toda mi carrera deportiva, pues eso significará que tengo nivel.
–¿Qué le ha pasado en el hombro en la vuelta de honor?
-Me he dislocado el hombro (el izquierdo) al abrazar a Redding. Al levantarse él se me ha dislocado, pero estaban mis dos ángeles de la guarda, José (su sparring) y Álex (su hermano), y me lo han colocado. No es la primera vez que me pasa. Es un punto débil y me tendré que operar. Tengo ya cita con el doctor Mir para operarme del hombro. No es importante, pero la recuperación es larga y la haré en diciembre. Estaré listo para el año que viene. No os lo quería decir a vosotros y no quería que lo supiesen mis rivales, pero muchas veces llegué a algún GP este año tocado, porque se me había salido en algún entrenamiento.
-¿Imaginaba cuando empezó de niño que llegaría a este nivel?
-Es una rueda. Intentas tenerlo todo controlado, eres más maduro tanto como persona como dentro de la pista y con el equipo, cuando empiezas un año con buen pie, pues ayuda más. Puedo pensar más, pero la esencia no se puede perder, la de arriesgar en la última vuelta. No me gusta perder a nada y trabajaré igual que hasta ahora para ganar o luchar por el podio.
–¿Cuál es la clave?
-La clave es el entorno. Tengo ganas de llegar a box y celebrarlo con mi gente, con todos, llegar a Cervera y ver a mi madre y a mi entrenador. Hay una gente alrededor y, si todos no van a la misma, no puede tirar del carro uno solo. Por eso hay que tener siempre la misma dinámica. No imaginas que en seis años puedas ganar cinco títulos de seis. Es un sueño y no me quiero despertar. Soy consciente de lo difícil que es pero no quiero ser consciente de lo que he conseguido ya. El año que viene empezaré como si no hubiera conseguido ningún título.
–¿Le falta algo en la vida?
-No me falta nada. ¡Novia! (Risas). Ahora tengo perro, Stich, aunque yo le llamo bicho, pero se trata de vivir la vida.
–¿Ha podido ser el título de la constancia?
-Sí podría ser el Mundial de la constancia. Si ves los números he sido constante rodando rápido y en el podio. Todas las carreras que he terminado lo he hecho en el podio, menos Argentina e Italia. Encontramos un compromiso en el que cuando sufríamos estábamos en el podio, y eso es algo que no debemos perder. Tenemos que seguir evolucionando pero esta constancia es la que entendí en 2016 y eso es lo más importante.
-¿Cuál ha sido el peor momento del año y el mejor?
-El peor momento fue Mugello. Fue quizás el único error grande que cometí, era una carrera en la que acabando era tercero. Sí que fue el peor, pero no fue una crisis, como dice Mela (risa). Fue el error lo que dolió. Y el mejor entre la victoria de Jerez y la de Aragón. Jerez porque era la primera de Europa y pudimos ganar y luego Aragón porque las Ducati apretaban y había que pararlas.
–Ha hablado de problemas en el hombro este año. ¿Los ha tenido también de pérdida de pelo como el año pasado?
-No, esta vez no. (Sonrisa).
–¿Qué valor le da a Dovizioso en la grandeza de su título?
-Sin rival no hay campeonato y el rival es el que te hace crecer y entrenar. Tú te levantas a entrenar porque sabes que él está entrenando. Eso es lo que intentas mantener y sobre todo tanto Dovi como Lorenzo, que son con los que más hemos luchado en las últimas vueltas, han hecho que MotoGP haya alcanzado un nivel de espectáculo impresionante y esta segunda parte de temporada ha sido apretada al máximo.
-¿A partir de qué momento empezará a pensar en Lorenzo como el primer rival a batir si es que no lo ha hecho ya?
-En Valencia, cuando se suba en la moto veremos cómo va. Ya le he ensañado cómo va la moto en algunas vueltas. Es un gran piloto, o un campeón, como dice él, y estará ahí e irá rápido. Veremos cómo va, pero nosotros a nuestro lado del box y si hacemos las cosas bien se lo pondremos difícil a él y al resto de los pilotos.
-¿Quiénes son los tres mejores pilotos de la historia?
-Agostini, Nieto y Valentino Rossi son los tres más grandes, los que tienen más títulos. Lo dicen los números. Al final de mi carrera veré lo que dicen los míos, pero honestamente digo que no pienso en los records.