Una cara bonita y un cuerpo que está agarrando forma de una deportista que se sacrifica sobre la cancha varios días a la semana, es la carta de presentación de María Fernanda Jiménez Saravia, la niña que entrena a todo vapor para convertirse en la portera de la selección de Honduras en los próximos años.
La belleza natural que posee la niña de 14 años de edad, es impresionante, pero lo que hace en cada entreno, no tiene nombre, se sacrifica como cualquier otro compañero, no se achica ante nadie, a pesar que entrena con hombres, María Fernanda no se queda atrás, no se desvía del objetivo, la idea es mejorar su nivel de juego, tener todas las competencias necesarias para que en el futuro pueda fichar para un equipo que le permita llegar a la H femenina, la apuesta más cercana es la selección menor.
“Siempre me había gustado la posición de la portería, pero no me había decidido jugar en ella, hasta el marzo del año pasado”, dijo la portera, que en estos momentos se está abriendo camino en la Academia de Fútbol Atletas para el Reino de Comayagua.
María Fernanda es una disciplinada, trabaja en silencio, siempre llega a tiempo a los entrenamientos, sueña con jugar a un nivel más elevado, por eso se sacrifica en cada trabajo que el técnico le asigna, la meta es mejorar en los próximos meses. “Quiero llegar a ser una gran profesional en algún equipo. Me gustaría jugar en la selección de Honduras, pero necesito poner más empeño en los entrenamientos para lograr mejorar mi juego”, manifestó María Fernanda.
María Fernanda, cursa el noveno grado en el instituto Marista la Inmaculada, es admiradora del portero del Olimpia, Edrick Menjívar, en el extranjero, le sigue los pasos al arquero del Liverpool, Alisson Becker, además, la pequeña portera tiene en mente estudiar la carrera de derecho o administración de empresas, cuando llegue el momento de ir a la universidad, aparte de jugar fútbol, también le dedica tiempo a tocar la guitarra, a la natación y pasar mucho tiempo con sus amigos y familiares.