Cosas de locos, hay que tener suficiente valor y astucia para venir de lejos a jugar fútbol profesional sin tener el talento y las condiciones, así como lo hicieron los futbolistas argentinos Fabricio Brener y Mauro Ortiz, quienes ficharon para el Motagua de Honduras sin tener la mínima idea de como se juega el fútbol de alto rendimiento.
Tanto Brener y Ortiz, fueron traídos exclusivamente por el técnico argentino, Hernán Medina, este se dedicó a lavarle el cerebro a los directivos del Motagua para que contrataran a los dos fallidos futbolistas, hasta que éstos decidieron ficharlos, una vez que se le dió la oportunidad de jugar, demostraron que son unos incapaces, cómo muchos extranjeros que han venido al fútbol hondureño en los últimos años, sin talento, sin condiciones para jugar fútbol, unos asaltantes que no necesitaron ningún tipo arma para despojar a los directivos de sus pertenencias.
Los dos argentinos son más malos que una diarrea en pleno viaje y que llegó repentinamente, quedaron cortos, a pesar que el técnico los apoyó, no dieron el ancho, Brener fue un jugador que no aportó nada al equipo capitalino, un mediocre, que lo más justo es que le rescindan el contrato o ser demandado antes las autoridades competentes del fútbol hondureño por ser un incapaz dentro de la cancha, lo mismo deberían de hacer con Mauro Ortiz, este es un campeón para engañar directivos, ni su baja estatura lo delató para fichar con Motagua, tampoco su incapacidad dentro del terreno, hasta que llegó el día que se paró dentro del terreno de juego.