Ganar cinco campeonatos con Motagua en la liga hondureña, perder varias finales a nivel de CONCACAF fue más que suficiente para que Javier Atala, convenciera a los directivos que Diego Vázquez es el técnico indicado para sacar el fútbol catracho del bache en el que está.
A pesar que el debut de Diego Vázquez fue con una victoria sufrida ante la selección de Curazao, el técnico argentino no dejó ninguna sensación en que las cosas puedan mejorar, además, se equivocó en convocar algunos fútbolistas que no están a la altura para integrar la selección en éstos momentos, es el caso de Omar Elvir, Héctor Castellanos, Rubilio Castillo, Jerry Bengtson y para rematar, Bryan Moya, después de seis meses sin jugar está de regresó para enfrentar el día de mañana al equipo canadiense.
La selección de Honduras necesita un entrenador y no es Diego Vázquez el indicado, la H debe de apostarle a un técnico de nivel y de experiencia, que sepa lidiar con jugadores que generen problemas, que sepa identificar a los jugadores que mejor nivel de juego demuestren en sus equipos, no que comentan errores tontos y vagos, como lo ha hecho Vasquez, quien puso en tela de juicio su pirrico conocimiento al elegir a Harold Fonseca como portero titular en vez de Marlon Licona, quien recientemente se coronó campeón con Motagua, y lo hizo jugando, mientras que Fonseca estuvo tres semanas sin jugar y vacacionando después que su equipo quedara eliminado.
Otras falencias de conocimiento que demostró Diego Vázquez, ha sido confiar en un jugador como Omar Elvir, quien ha demostrado que la camisa de la H le pesa, enviar en los dos partidos de titular a Jerry Bengtson, mantener a Ronmel Quioto sobre la cancha, y para ratificar que es un mar de dudas, Diego Vázquez, debía de hacer cinco o seis cambios de entrada ante Curazao y no lo hizo. Fue hasta en el segundo tiempo que quiso reaccionar. Pero era demasiado tarde.