Alejandro Reyes no cambia su estilo de juego por ningún motivo, él sabe que en cualquier momento le llega la oportunidad, con el mínimo esfuerzo, siempre es tomado en cuenta, aunque el rendimiento sea el mismo, nefasto y mediocre, ayer lo ratificó de una vez por todas en el partido de la gran final ante el Motagua.
El volante zurdo no estaba para ingresar a la cancha en el momento que se dió, pero una lesión que sufrió Jhow Benavides, hizo que Héctor Vargas se decidiera por él, una tremenda equivocación, ya que el jubilado futbolista fue a hacer lo que más sabe a una cancha de fútbol, quedarse parado ante las jugadas, pedir la pelota al pie, jugar fútbol con el mínimo esfuerzo, y de esta manera se convirtió en un tremendo aliado de la defensa del Motagua, quienes se llenaron de confianza una vez que el caminante y dormilón jugador ingresó al campo.
En el tiempo que Alejandro Reyes estuvo sobre la cancha, el nivel del juego del Real España se vino abajo, el volante zurdo no supo que hacer en el partido, se mantuvo perdido, fiel a su estilo. Solo faltó que levantara las manos para que la afición del equipo le llevara la cama al campo de juego.