En el clásico capitalino se demostró nuevamente que el fútbol de Honduras está muy bajo de nivel, el fútbol que se practicó la noche de ayer dejó mucho que desear, jugadores sin creatividad sobre la cancha, más la falta de calidad en el juego, así se podría resumir el partido entre Motagua y Olimpia, que disputaron el primer partido de la semifinal de la liga hondureña.
El clásico fue un partido tonto y vulgar, no se vieron jugadas que levantaran a los aficionados de sus asientos, Olimpia inició bien, tenía el control de la pelota, pero luego se dedicaron a tirar pelotazos frontales, al estilo de Pedro Troglio y en esta ocasión no tuvieron resultados positivos, fue tanto el bajo nivel de los jugadores que se identificaron algunos que no estuvieron a la altura del partido.
El primero que cometió un tremendo error y que incidió en el marcador fue el portero del Olimpia, Edrick Menjivar, este se equivocó en el gol que anotó Roberto Moreira, fue un regalo de parte del guardameta, quien al final salvó al Motagua y lo tiene con vida. Otro jugador que anduvo más perdido de lo normal en el partido, fue el paraguayo Roberto Moreira, a este lo salva el gol que le regaló Edrick Menjivar, el volumen de juego del delantero fue muy ordinario, apenas pudo controlar algunas pelotas.
Otro futbolista que le envío un mensaje al mundo entero que no está para jugar fútbol profesional, mucho menos un clásico, es Josué Villafranca, este demostró que no sabe a que juega ni cuál es su posición, los minutos que jugó fue para generar enojó y malestar entre sus propios compañeros.