El Vida se vino abajo, el trabajo que dejó el técnico nacional, Ramón Maradiaga ya no tiene efectos, se acabó y el técnico portugués no ha podido encontrar la fórmula a su trabajo para hacer del cuadro Cocotero un equipo más compacto, al contrario, ya comenzó a caerse a pedazos, ayer fue goleado de la manera más fácil por la Real Sociedad 4-1.
El trabajo que había dejado “Primitivo” Maradiaga hace casi un año ya no tiene efectos, se acabó, eso suele pasar en el fútbol, lo mismo le sucedió al “Tato” García en el Real España, el técnico hondureño había dejado un buen trabajo adelantado y el uruguayo supo cobrar la renta y terminó siendo campeón, luego, los inquilinos se fueron y no pasó nada, eso es lo que está sucediendo en el Vida, el trabajo de Fernando Mira no se ve por ningún lado, el Vida se ha caído a pedazos y el técnico portugués no ha reaccionado y todo indica que ha sido por falta de capacidad y conocimientos.
El efecto del trabajo que había dejado ”Primitivo” Maradiaga se terminó y no se ha visto nada de lo que haya hecho el portugués, son tantos los errores que el técnico europeo comete que pone en duda su capacidad, desde hace varios partidos, el equipo se ha estado viniendo abajo y no tuvo la capacidad de reaccionar, nunca rotó a sus jugadores, es de la vaga idea que equipo que gana, debe repetir, sin importar el bajo nivel de juego que hayan mostrado algunos fútbolistas, con el portugués no es necesario entrenar, sus protegidos siempre juegan, ayer ante la Real Sociedad, el chileno Velasquez, quien estuvo más de 10 días lesionado y sin entrenar, lo metió de titular, dejando en el banco de suplentes a Nelson Muñoz y a Michael Osorio, el rendimiento del sudamericano fue lamentable, no agarró a nadie sobre la cancha, su sector fue vía libre.
Otros errores muy cuestionables que comete el técnico europeo, mientras los entrenadores del Liverpool, Real Madrid, Chelsea, Manchester City y ésos otros grandes equipos europeos hacen los cinco cambios que el reglamento les permite, Fernando Mira no los hace, no lee los partidos, no pasa de mirarlo como un aficionado más, ayer lo volvió a hacer y terminó siendo humillado al recibir una goleada de 4-1 ante la Real Sociedad, un resultado que lo pone en una cuerda más floja de la normal.