Cuando no se trae talento para jugar fútbol, por más que se goce de oportunidades de parte del técnico, el futbolista no pasa de lo mismo, su rendimiento siempre será vago y vulgar, es el caso del fallido delantero, Josué Villafranca, ese mismo que ha demostrado no tener la capacidad de poder controlar un bendito y agradable balón.
Fueron tantas las oportunidades que le dieron a Villafranca, que no las pudo aprovechar, la falta de talento y la poca capacidad que tiene para jugar fútbol lo tienen en el avión de los deportados del Motagua para la próxima temporada, el futbolista es un ineficiente, no tiene ninguna fortaleza, es el típico jugador que en la época medieval, la directiva lo castigaría lanzándolo a los tiburones o a una manada de leones hambrientos para ser devorado ante la vista de la afición.
Con Diego Vázquez, el disque delantero jugó muchos partidos, no pasó de lo mismo, se le vieron los mismos problemas de siempre, controlar una pelota es más que difícil para él, entregar un pase al compañero es más que imposible, hacer un desmarque es tedioso para el mediocre atacante, había que preguntar varias veces como es que se hace, quitarse una marca de encima es como pensar en conquistar una ciudad sin hombres y sin armas, para decir verdad, Villafranca genera pena y vergüenza en el fútbol de Honduras.