En ciertos momentos, es difícil de entender como Diego Vázquez se ha aferrado en darle toda la confianza posible al atacante de 38 años de edad, Gonzalo Klusener, quien ayer ratificó su bajo nivel de juego ante el Forge FC de Canadá, al fallar una jugada demaciada clara de gol.
El delantero argentino ingresó al terreno de juego en el segundo tiempo, mientras se mantenía en cancha, se vió como siempre, cansado, lento y fácil de controlar por el rival, así como suele pasar con un jugador de 38 años de edad que aún juega futbol profesional. Gracias a que el entrenador se lo permite.
Fue hasta el minuto 84 que el argentino quedó en tremendo ridículo en la noche, Klusener recibió una habilitación de parte de un compañero, el pase perfecto que todo delantero quiere recibir en el área, bajo la meta, sobre la raya, con el portero vencido y con el marco a su favor, el atacante hizo lo más difícil, envío la pelota sobre la meta del cuadro canadiense, acabando con todas las posibilidades de Motagua para ganar el partido y de esta manera se convirtió en el peor enemigo del cuadro capitalino.
A pesar que Motagua empató a cero goles ante el cuadro de Canadá, el equipo hondureño pasó a jugar la final y tendrá que enfrentarse contra el Comunicaciones de Guatemala.