El clásico que jugó Olimpia y Motagua la noche de ayer, fue más que penoso, ningún equipo hizo méritos para ganar el partido, al contrario, generaron pena y vergüenza a sus aficionados, quienes se volcaron al estadio Nacional, a pesar del frío que impera en la capital de Honduras.
Tanto Motagua como Olimpia se dedicaron a generar pena a todos lo presentes, no jugaron a nada, no pasaron de enviar pelotazos a cualquier lado, fiel al estilo de juego de Olimpia, que sigue apostando al juego directo, solo que en esta ocasión encontró a una defensa bien parada y no fueron capaces de generar peligro en la meta de Jonathan Rougier. Fue Eddie Hernández quien tuvo dos acercamientos al arco del portero motagüense, pero sus disparos de cabeza salieron desviados del arco. 0-0 terminó la primera parte.
En la parte complementaria, Motagua pudo anotar, pero Gonzalo Klusener se falló de cabeza la más clara del partido, luego, fue el mismo Eddie Hernández quien no pudo vencer en un mano a mano a Jonathan Rougier. Con este resultado, ambos equipos renunciaron a ganar la primera vuelta del torneo regular. Un cupo que solo lo puede obtener el Real España o el Vida.