“Gallina que como huevo, aúnque le quemen el pico, no deja de comer sus propios huevos”, es un viejo dicho que tiene miles de años, y se aplica a la perfección al jugador de Marathón, Kervin Arriaga, quien no ha mejorado su mal comportamiento y su disciplina en lo más mínimo para su propio bienestar y de su equipo.
Lo de Kervin Arriaga es para lamentar, actúa sin responsabilidad sobre la cancha, hace lo que quiere por momentos, se sale de los esquemas establecidos, su comportamiento no es normal, requiere de práctica de la pruebas doping o un transplante de cabeza, con un cerebro muy diferente al que tiene, tal vez así, el prometedor futbolista comienza a comportarse de la mejor manera dentro del terreno de juego.
Los actos de indisciplina tiene muy señalado al jugador, han sido tantos que no le han importado las consecuencias de las mismas, no viajó a los Juegos Olímpicos de Tokio por indisciplina, “Tato” García lo castigó por varios partidos por sus mismos actos de indisciplina, ayer en el partido que se jugó ante Motagua. Kervin Arriaga, también volvió a sus andadas, se hizo expulsar del juego de la manera más vaga, demostrando una vez más que el objetivo que se ha trazado en el equipo es lo que menos le importa al volante central.
Por ser muy reincidente en sus actos de indisciplina, todo indica que el torneo se ha terminado para el jugador, ya que al “Tato” García no le temblarán las manos para enviarlo al congelador, así como pasó en la primera vuelta del campeonato hondureño.