El clásico capitalino se pintó y se vistió de azúl en este tarde en el estadio Nacional de Tegucigalpa. Motagua derrotó sin ningún inconveniente 3-2 al Olimpia y de esta manera se mantiene en la primera posición del torneo.
El partido se jugó con mucha intensidad, por fin apareció el buen fútbol en un partido jugado entre ambos equipos, las jugadas de peligro en las dos porterías estuvieron presente en todo el partido. Fue Olimpia el que pudo anotar en los primeros minutos, pero Jerry Bengtson prefirió disparar a la meta en vez de habilitar a José Mario Pinto, quien iba destapado por el lado izquierdo.
Motagua se puso en ventaja por medio de un autogol anotado en su propia meta por el volante Carlos Pineda, el jugador olimpista atacó mal el balón, lo ideal era meter la pierna izquierda y prefirió la derecha, un error que lo llevó a marcar en su propia portería.
Rápidamente, Olimpia encontró el gol del empate, Félix Crisanto envío un centro al área y fue conectado de cabeza por medio del colombiano Yustin Arboleda, quien venció al Jonathan Rougier, quien se lanzó para evitar que la pelota entrara a su meta, pero todo fue imposible. 1-1 finalizó el primer tiempo.
El buen fútbol siguió en el parte complementaria, ambos equipos se dedicaron a jugar, fue Christopher Meléndez el que se encargó de anotar el segundo gol del partido, el volante central sacó un fuerte disparo de derecha y venció al portero Edrick Menjivar.
Motagua no esperó tanto tiempo para sentenciar el encuentro, “Muma” Fernández, ingresó a la cancha y levantó un centro perfecto para Walter Martínez, quien llegó a conectar de pierna derecha el balón para enviarlo al fondo de la red. El equipo de Diego Vázquez pudo aumentar la cuenta, pero el paraguayo Roberto Moreira, falló una clara en el último minuto, cuando el partido ya estaba por terminar, Eddie Hernández anotó de cabeza el segundo gol de Olimpia para el definitivo 3-2
Con este resultado, Motagua comparte el primer lugar con Marathón, mientras el Albo no quiere arrancar en el campeonato, sigue sin jugar un buen fútbol en el torneo.