La directiva del Marathón ha sido muy ingenua con Héctor Vargas y este se aprovechó de la ingenuidad de todos para salir bien librado y poder firmar un contrato de un entrenador pensionado, que hoy tiene en jaque mate a todos los involucrados. Menos al técnico.
En Honduras, la mística de los directivos siempre ha sido firmar al entrenador por tiempos cortos, un año por mucho y cuando el trabajó ha cosechado frutos, se alarga el contrato por un año más, ha sido una costumbre que se ha convertido en una ley, contrato por dos torneos, si no caminas te vas, con Héctor Vargas fue todo lo contrario, el técnico argentino firmó por un tiempo no habitual y hoy que lo quieren despedir por no conseguir buenos resultados, amenaza que debe cobrar casi 3 millones de lempiras. Ya que aún le quedan dos años y medio de contrato, un golazo al ángulo que le metió a la directiva del Marathón.
Marathón no caminó en el torneo, no pudo clasificar a la liguilla.
Héctor Vargas ha salido ganador, durmió a unos directivos que no actuaron con la mente fría, se dejaron llevar por la mentiras y el sentimiento hacía el técnico argentino, quien no está dispuesto a renunciar a su cargo, a pesar que su trabajo en este Torneo de Clausura ha sido ordinario y vulgar, hoy, por culpa de la ingenuidad de los directivos de Marathón, el contrato de Héctor Vargas los tiene atados, no encuentran una salida, ya que el entrenador no está dispuesto a dejar de recibir el dinero que le corresponde.
Bajo el mando de Héctor Vargas. Marathón en este torneo no clasificó a la liguilla, por primera vez en la historia, dos jugadores extranjeros de muy bajo nivel vistieron la camisa del equipo y protegidos por el argentino, fue el caso de Ryduan Palermo y Kevin Hoyos, jugadores que él trajo al club sin tener el talento ni las competencias futbolísticas.
En varías ocasiones, estás cosas suceden por confabulación de un directo con el entrenador.
