El uno por uno de Olimpia, Arboleda, lo mismo y Portillo, el hazme reir

Los jugadores de Olimpia, Javier Portillo, Yustin Arboleda, Carlos Pineda, Jerry Bengtson y Jonathan Paz, jugaron en contra de su propio equipo.

En el uno por uno de Olimpia, solamente se rescata a Eddie Hernández, el centro delantero entró a la cancha y el Albo mejoró, además, tanto Arboleda como Javier Portillo, fueron el hazme reír del partido, su rendimiento no sirvió para nada, no jugaron para el equipo.

Harold Fonseca: Se comió tres goles en el partido. Tuvo una buena intervención en un disparo de cabeza de Bruno Volpi.

Maylor Núñez: Volvió a jugar como normalmente lo hace en Olimpia, no abonó mada en ataque, se dedicó a marcar a un perdido Edwin Solani.

Elvin Casildo: No pasó de pegar patadas a lo salvaje, toda pelota que recuperó la tiro a cualquier lado.

Jonathan Paz: Perdido, en el primer gol de Marathón y en el tercero, anduvo perdido. No pudo con Bruno Volpi. Se vio bien cuando entró Palermo.

Javier Portillo: Un chiste, el hazme reír, toda pelota que agarró las tiro a cualquier parte, le pasó por encima Marlon Ramírez, hizo fiesta con él, juega como un adulto mayor, lo pasaron con facilidad, uno menos en el partido, incapaz de hacer un saque de banda.

Deybi Flores: Lo mantuvo a raya Luis Garrido, perdió ante Arriaga en el segundo gol de Marathón.

Carlos Pineda: Perdido, otro menos sobre la cancha.

Carlos Bernardez: Le quedó grande el partido, el juvenil Luis Vega lo borró del juego, se vio lento y cansado.

Edwin Rodríguez: El protegido de de Pedro Troglio, otro que estuvo desconectado, jugar al lado de Javier Portillo no le hace bien.

Jerry Bengtson: No hizo nada bueno en el partido, se notó que estaba jugando por la mascarilla que usa.

Yustin Arboleda: Igual que a Portillo, lo peor sobre la cancha. Nefasto, incapaz de controlar una pelota.

Eddie Hernández: Lo mejor de Olimpia, desde su entrada a la cancha, el equipo se vio mejor, anotó el gol del descuento y estuvo a punto de empatar.

Pedro Troglio: Terco, ciego y burro, se lo comió Héctor Vargas, envío a la cancha a un equipo cansado.

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