Las cosas en el fútbol hondureño se han salido de control, es un despelote, nadie quiere hacer su trabajo de la vía más legal y honesta, siempre se busca la manera de favorecer a uno y perjudicar al otro, así como quedó demostrado ayer en el estadio Nacional de Tegucigalpa, siendo protagonistas las ayudas descaradas de parte del árbitro central a favor de Olimpia.
Óscar Salgado, el día de ayer fue el árbitro central del partido entre Olimpia y Real España, era el elegido para impartir justicia en el juego, pero su trabajo quedó corto ya parecía un jugador más del equipo blanco, fue una tarde en la que se dedicó a perjudicar al Real España que buscaba una victoria para mantenerse en la zona de clasificación del Grupo Norte.
Salgado se parcializó a favor de Olimpia, y lo hizo planificado, lo beneficio desde el inicio del partido, el mensaje era claro, el equipo de Pedro Troglio tenía que ganar y eso fue lo que pasó gracias a las decisiones equivocadas y malintencionadas que tomó el árbitro central en el partido, fueron varias acciones que decidió no pitar a favor del Real España, que terminó perdiendo en el último minuto ante el Albo.
Apenas arrancó el partido y Salgado fue muy claro con su mensaje que en el Nacional, Olimpia debía de ganar, se jugaba el primer minuto de juego y Jonathan Paz cometió una clara falta sobre el delantero Delis Vargas, fue un penal y el árbitro Salgado no lo pitó, el mismo Paz, cortó un centró con la mano que envió Darixon Vuelto, tampoco pitó el penal. Además, Maylor Núñez agredió a Delis Vargas, era tarjeta roja y decidió sacar amarilla a ambos jugadores, otra jugada en el primer tiempo que el árbitro benefició a Olimpia, fue una entrada violenta de Jhonny Leveron sobre Jhow Benavides, provocándole una lesión que lo obligó a salir de la cancha, debió sacar tarjeta roja al defensa olimpista, pero no podía hacerlo, los lineamientos estaban definidos.
En la segunda mitad, el mismo Jhonny Leveron cometió una falta en el área sobre el Chino López, el delantero del Real España le había ganado la posición del balón al defensa de Olimpia, quien lo cargó con el brazo derecho y el árbitro Óscar Salgado, se hizo el ciego, no sancionó la falta como penal, y de esta manera se convirtió en un villano para el Real España y el mejor jugador de Olimpia sobre la cancha