El buen torneo del Vida no se debe a la casualidad, todo ha sido producto del trabajo, del compromiso de sus jugadores, de obediencia a su cuerpo y del respeto hacia las condiciones que desde un principio puso Ramón Maradiaga para enfrentar el torneo hondureño.
Sin perder la costumbre, Maradiaga no soporta que sus jugadores sean amonestados por reclamos al árbitro, las tarjetas amarillas sin justificación tienen duras consecuencias, esa es la principal razón por las que el Vida sigue siendo un equipo disciplinado dentro de la cancha.
“Somos el equipo menos tarjeteado, no tenemos expulsados, los jugadores tienen una prohibición mía, no tenemos que reclamarle al árbitro, si hay algo que decirles, lo haré yo, no lo haré públicamente, sino que en el campo y si me quieren insertar, que lo hagan, pero no soy de poner en entredicho la honorabilidad de los árbitros, buscando que ellos sean presa fácil de lo que uno quiera pretender manejar”, señaló Maradiaga.
Siguio complementando. “esas fueron las condiciones que le dije a los jugadores, nos vamos a dedicar a jugar, en el contrato de ustedes no dice, me contratan también para dirigir los partidos como árbitro, levantar la mano pidiendo fuera de juego, reclamar a los árbitros, nada de eso, dice, se comprometen a cumplir con los deberes y obligaciones del club dentro del terreno de juego”, dijo en el programa Pasión y Futbol.
Pretende hacer del Vida un equipo que interese a todos, un equipo que guste, un Vida que juegue al estilo de Ramón Maradiaga. “Queremos hacer un equipo que dignifique el fútbol, jugar como antes, a dar la emoción, el interés al aficionado, espero que no sean palabras y lo hagamos una realidad”.