Diego Vásquez no se ha tocado el hígado, y fiel a su estilo en encontrar armonía en su equipo, ha decidido no renovar el contrato al volante central, Everson López, quién se despidió muy agradecido al club en sus redes sociales.
Lopez, un volante central con buen trato de balón, llegó a Motagua cuando apenas había cumplido 15 años de edad, no seguirá más vinculado al equipo por problemas con el entrenador, fueron muchos los inconvenientes que se dieron entre el técnico argentino con el jugador juvenil y se ha tomado la decisión de apartarlo del club.
El fino volante ha jugado dos mundiales juveniles, estuvo con la Selección Sub-17 en La India y también jugó el Mundial Sub-20 de Polonia, por demostrar buenas condiciones y un fútbol que cada día evolucionaba, tuvo la oportunidad de debutar con el primer equipo de Motagua en el futbol profesional de Honduras, pero una vez debutando, se descarriló y su comportamiento no fue el adecuado y desde ahí comenzaron los problemas con el cuerpo técnico de Motagua.
“Ironías de la vida y el fútbol, hace exactamente 6 años firmaba mi primer contrato y hoy 7/9/2020, 6 años después, dejo la institución que me vio crecer, que me crió, que me educó y que me formó, Motagua fue mi escuela y mi colegio, agradecido con el cuerpo técnico, afición, directivos y todos y cada uno de mis compañeros por el apoyo y la amistad brindada en estos 6 años“, escribió el jugador en sus redes sociales.
Siguió complementando. “Gracias Motagua por la formación que me diste como persona y como jugador, con dolor en mi corazón te dejo, espero algún día volver y devolverte todo lo que hiciste por mi, hoy me toca partir para volar como un águila, pronto volveré a donde siempre será mi casa”.
El juvenil futbolista tiene mucho futuro, ha jugado dos mundiales juveniles, pero tiene problemas de indisciplina. Foto: Cortesía.
El futbolista tendrá que buscar equipo, días atrás fue ofrecido por su representante al Vida de La Ceiba, es de recordar, que mientras López estuvo con Real de Minas, fue separado del equipo por irrespeto hacia Raúl Cáceres, técnico del equipo en ese momento, luego buscó fichar con la Real Sociedad sin la autorización de Motagua, pero tuvo la mala fortuna de sufrir una lesión que le imposibilitó seguir entrenandose con el equipo costeño.