Vida de la Ceiba estuvo interesado en contratar al futbolista de Motagua, Clifox Bernardez, se negoció su vinculación con el equipo, se había llegado a un arreglo, incluso, hasta la titularidad tenía garantizada, pero el día que debía presentarse a entrenar con el club, de pronto cambio de dirección y en vez coger el camino que lo llevará a la sede, prefirió venirse a firmar un contrato a Tegucigalpa, capital de Honduras.
Plantado, como novio de pueblo, así dejó el lateral izquierdo al cuerpo técnico del Vida, quienes ya habían logrado hablar con el futbolista, el interés por contratarlo eran altas, todo estaba arreglado, era cuestión de horas para que el club anunciara de forma oficial la contratación del veloz futbolista, pero no soportó la presión que ejerció Juan Carlos Suazo, quién le recordó que tenía una deuda de 24 mil lempiras con Motagua, algo que había acumulado por recibir una ayuda económica por la pandemia del Covid-19.
Hoy, las cosas para Bernardez en Motagua son muy complicadas, las posibilidades de jugar serán nulas, para eso tendrá que quitarle la posición a Omar Elvir y a Emilio Izaguirre. Al ver que no entra más en los planes del entrenador, se ha buscado la manera de enviar al futbolista a préstamo al Vida y la respuesta de Ramón Maradiaga ha sido un contudente no.
La nueva administración del equipo cocotero ha manifestado que no aceptarán en su plantel a ningún futbolista que llegue en calidad de préstamo al equipo.