En el año 2014, las relación entre el delantero catracho, Eddie Hernández y el actual entrenador de Motagua, Diego Vásquez, estuvieron muy tensas y producto de varios inconvenientes que surgieron entre ambos, el atacante pidió su salida del equipo para fichar con el Vida de La Ceiba.
Desde un principio la relación entre el técnico y el jugador no fueron buenas, Hernández no estaba conforme con la filosofía del argentino, algo que fastidiada al delantero era la preferencia que Diego Vásquez siempre ha mostrado hacia los jugadores extranjeros, que por cierto siempre han sido argentinos, recomendados y traídos por el entrenador.
Además, había otra cosa que fastidiaba e incomodaba al atacante catracho, la manera en que Diego entrenaba no la veía como algo al que se le podía sacar provecho y evolucionar como jugador, era una metodología, que a pesar de ser muy productiva y eficiente para los intereses de Motagua, para Hernández era un retroceso en sus aspiraciones como atacante.
Para esa fecha, Hernández tenía ofertas de varios equipos, pero sabía que debía de escoger la mejor opción para lograr los objetivos trazados, ser mejor jugador y tener un buen rendimiento dentro de la cancha, algo que veía imposible si mantenía bajo la dirección de Diego Vásquez.
“Dame de baja Diego, no quiero que me entrenes, quiero ser entrenado por “Primitivo” Maradiaga. Me iré al Vida, allá voy a aprender a jugar fútbol”, fueron las palabras del delantero hondureño al técnico argentino cuando pidió y explicó porque no quería seguir en Motagua y ser dirigido por Diego Vásquez.
Los entrenamientos y las estrategias de Diego Vásquez han llevado a Motagua a ganar cinco campeonatos en Honduras.
Mientras Eddie Hernández estuvo jugando en el Vida, bajo el mando de Maradiaga, el delantero tuvo su mejor temporada en Honduras ya que logró anotar 14 goles y de esa manera convertirse en el máximo goleador de un torneo profesional en Honduras.