Vaya regreso a la competencia oficial para Cristiano Ronaldo, Paulo Dybala y compañía. De local, frente a uno de las versiones más flojas de la rica historia del Milan, con un jugador más por casi 75 minutos de juego y con un penal a favor -marrado por el portugués-, Juventus igualó sin goles en el cruce de vuelta por semifinales de Copa Italia y, gracias al 1-1 conseguido en febrero pasado como visitante en la ida, accedió a la final del certamen.
Todo lo trascendente de un duelo que sirvió de reinicio para el Calcio tras tres meses de parate y que tuvo tanto fútbol como hinchas en las tribunas, ocurrió a los 15 minutos, cuando una mano de Andrea Conti en el área fue revisada por el árbitro en el VAR y derivó en el penal para los locales. Cristiano se hizo cargo y su remate dio en el palo.
Pero la suerte de Milan -que no tuvo al sueco Zlatan Ibrahimovic- pasó de buena a mala en sólo cinco segundos ya que, tras el despeje de la defensa, el atacante croata Ante Rebic fue en busca de la pelota y le dejó marcado los tapones en el pecho al brasileño Danilo para ganarse una tarjeta roja inobjetable.
De ahí en más, Juventus se adueñó de la pelota, pero con un andar cansino y poco alarmante para Milan, que no sucumbió ante los embates de unos deslucidos Cristiano y Dybala.
Por su parte, la visita estuvo lejos de generar algún peligro al arco del veterano Gianluigi Buffon: los seis remates que intentó se fueron desviados. En contraposición, los locales dispararon en 26 ocasiones e involucraron en siete al arquero tocayo de Buffon, Gianluigi Donnaruma.
