El Inter empezó mandando y se avanzó en el marcador gracias a sus dos referencias en ataque. La jugada la fabricó Lukaku por la banda derecha. El belga puso el cuerpo y tiró de potencia para llegar a la línea de fondo protegiendo el balón y dejarlo atrás para Lautaro Martínez. El otro delantero interista cazó el balón dentro del área anticipándose a los centrales para cruzarlo arriba, al segundo palo, lejos del alcance de Kolar.
El Slavia estaba siendo mejor en el primer tiempo, pero el cuadro italiano demostró que arriba puede a ser letal, especialmente con Lukaku, que gracias a su potencia física intimidaba a la defensa de Praga. A pesar de ello, el Slavia merecía el premio porque estaba superando al Inter en líneas generales durante el primer tramo de partido en el Eden Arena. Y los de Jindrich Trpisovsky encontraron el premio antes del descanso. Olayinka forzó la falta de De Vrij dentro del área. Un penalti que tuvo que corroborarse con el VAR y que acabó transformando Soucek.
Lukaku contra el racismo
El segundo tiempo fue para el Inter que volvió a ser decisivo gracias a la conexión Lukaku-Lautaro, la doble L decisiva arriba.
El VAR le anuló un gol a Lukaku tras un buen robo de Lautaro. El belga ni lo celebró cansado de los constantes gritos racistas que recibió durante el partido. Pero poco después, justicia divina para el atacante interista. A diez del final cazó un balón lejos de la portería, pero tiró de potencia para dejar dejar atrás a los defensores, sortear al portero y marcar a placer.
Pero el belga no había acabado dicho la última palabra. Le dio para dar otra asistencia desde la derecha a Lautaro, que definió de primeras para sentenciar. Ya en el añadido pudo lograr el doblete tras bailar al central y tirar por el primer palo, pero el VAR volvió a invalidarlo.
Barella, operado
El centrocampista interista Nicolò Barella fue intervenido ayer de una lesión en la rótula de la rodilla derecha. Será baja ante el barça y se espera su regreso para enero.