Tres goles de Suárez, Messi y Griezmann configuraron una gran noche del nuevo tridente del Barça para certificar el pase a octavos de final de la Champions como primeros de grupo. Otra gran noche europea de Messi, autor de un gol y dos asistencias, líder absoluto de un Barça que sacó a relucir su mejor cara, la de las grandes noches. El Dortmund, que necesitaba ganar, sólo reaccionó en los minutos finales, cuando el Barça ya dominaba por 3-0.
El Barça jugó quizás su partido más completo en lo que va de Champions. Durante más de una hora, controló por completo el ritmo de partido. Y lo hizo, sobre desde la presión y la pegada, dejando hasta cierto punto que el Borussia tuviese el balón. El conjunto azulgran, aapoyado en un gran De Jong a la hora de manejar el balón y en Messi, a la altura de su mejor versión, a la hora de hacer daño arriba a un Dortmund demasiado prudente para lo que se jugaba. Cuando Favre dio entrada a Jadon Sancho –increíble que no jugase de titular–, tuvieron oportunidades para soñar con la remontada.
Intensidad, presión, recuperaciones de balón, jugadas al espacio, circulación al primer toque… de repente, el Barça volvió a parecerse a sí mismo. El Dortmund salió a escena más prudente que ambicioso, con una presión alta a partir de un 4-4-2 y una pérdida de Rakitic –que después compensó con una combinación con Messi en el primer aviso azulgrana y con el primer chut entre los tres palos– propició un aviso del Dortmund. El primero y último del primer tiempo.
Aparte de ese primer minuto, en que Umtiti rechazó en última instancia el remate de Shulz tras acción de Achraf, el conjunto alemán no causó problemas en el primer tiempo. Al contrario, los problemas fueron para ellos.
Con Rakitic rehabilitado y pieza clave en el juego, De Jong en plenitud de confianza y el Busquets de las grandes noches, el Barça hizo suya la zona ancha, apoyado en un Messi estratosférico, que hizo muy pocas cosas mal. Regateó, superó líneas de presión, asistió, presionó, y marcó. Fue el líder, como siempre. Nunca falla y esta vez no iba a ser menos.
Por la izquierda, rompía líneas Dembélé, que aportó profundidad y desequilibrio, pese a cierta precipitación en la finalización, hasta que, poco después de un gol anulado a Suárez, al intentar rematar un centro de Sergi Roberto, quedó clavado y, acto seguido se sentó en el suelo. Nueva lesión muscular.
El gol anulado a Suárez fue un preludio de los dos que vendrían después. Recuperación entre líneas, ataque rapidísimo y pase al espacio. En el 1-0 participó todo el ataque, desde Griezmann, sustituto de Dembélé, hasta Suárez, que remató tras asistencia de Leo.
Y en el 2-0, el que marcó fue el argentino, tras una recuperación de De Jong ante un pase esperpéntico de Hummels. La combinación final Suárez-Messi acabó con pase del uruguayo y el remate a gol de Leo.
Y Griezmann cerró el círculo edel l tridente. El galo había tenido la sentencia recién iniciado el segundo tiempo a pase de Messi en una gran asistencia, pero el meta Burki rechazó. Minutos después, tras sostener una tímida reacción del Borussia, que había quemado las naves con un cambio ofensivo tras el descanso con la entrada de Sancho, la combinación Messi-Griezmann se repitió, con desenlace distinto. Griezmann chutó a gol y completó la noche del nuevo tridente.
Jadon Sancho había sido el impulsor del Dortmund al entrar en el segundo tiempo. Generó pronto una jugada con remate de Brandt antes del gol de Griezmann. Y fue el inglés quien mantuvo con vida el partido en un remate magistral desde la frontal del área. Se sacó de la chistera un latigazo que se coló por la izquierda de la portería de Ter Stegen.
El meta alemán aún fue providencial en otra acción de Sancho, un chut desde fuera del área que el meta desvió lo justo para mandar el balón al travesaño.