Cuando se busca conquistar un sueño, no hay barreras que lo impida, tampoco existen excusas que lo pueden detener, es el caso de Manuel Isaac Aguirre Iscoa, quien apenas tiene 16 años de edad y debe de emprender un viaje de 92 kilómetros de disntacia para asistir a sus entrenamientos de fútbol.
A base del talento mostrado en el terreno de juego y por poseer buenas condiciones futbolisticas, Manuel Aguirre se ganó un cupo en las Reservas de Real de Minas, solo que el sacrificio que hace para asistir a sus entrenamientos es agotador para cualquier futbolista.
El juvenil volante creativo, todos los días debe de emprender una viaje que equivale a 92 kilómetros, es la distancia que hay entre la ciudad de Comayagua y Tegucigalpa, la capital de Honduras, un viaje que debe realizarse con un horario establecido para evitar llegar tarde al entreno.
Como es una costumbre, Real de Minas Reservas, comienza sus entrenamientos a partir de las 7:00 de la mañana, para que Manuel Aguirre llegue a tiempo, debe salir de Comayagua a las 4:30 de la madrugada, una acción que viene realizando todos los días, desde hace un año que logró ser fichado por el equipo minero.
El habilidoso volante creativo tiene grandes aspiraciones en su carrera. “Pretendo triunfar y seguir mejorando día a día, poder llegar a un equipo grande de Honduras, salir al extranjero y poder tener un llamado a la Selección Nacional. Siempre ha sido mi sueño, con trabajo y humildad pretendo lograrlo”.
Cree que ha tenido un rendimiento aceptable en el Torneo de Reservas. “He dado el máximo y voy poco a poco tratando de mejorar, lo veo aceptable ya que he sido tomado en cuenta en varios partidos importantes y el profesor Yepes me ha dicho que he hecho bien las cosas”.
Además, Aguirre se ha ganado la confianza del entrenador, es un revulsivo dentro de la cancha. “Me toma en cuenta en partidos importantes y pienso que me lleva de a poco, es muy importante aprovechar cada oportunidad para seguir siendo tomado en cuenta. Tengo que mejorar mucho dentro del campo para ser mejor día a día”, manifestó.
A pesar del sacrificio que hace para asistir a sus entrenamientos, el novel futbolista sostiene que al final valdra la pena luchar por su sueño.
“En esa parte me sacrificó un poco ya que viajo todos los días desde Comayagua. Pero al final todo sacrificio tiene su recompensa, salgo a las 4:30 de la mañana para llegar a tiempo al entreno, vale la pena luchar por lo que me gusta”. Sentenció.