En el fútbol los jugadores deben de aparecer en el momento preciso, en el momento justo cuando el técnico requiere de ellos, en esos lapsos en el sus compañeros necesitan de una ayuda para un cambio de rumbo, justo cuando se busca un nuevo panorama en el terreno de juego, cuando se pide claridad en la cancha.
Esos momentos que se necesita un jugador que haga la diferencia, ha sido el caso del volante ofensivo, Alejandro Reyes, entró al terreno de juego contra México y se vio una selección totalmente diferente, un futbolista que desde su entrada a la cancha, se adueñó de la posición, controló el juego, no dejó de jugar, pidió la pelota y no tuvo miedo a la hora de encarar al rival.
En ningun momento se vio en desesperación, se dedicó a colaborar, desde un inicio intentó poner mano a mano a sus compañeros, se vio el cambio, cosa que sabe hacer, la efectividad, la creatividad y el buen fútbol fueron sus grandes aliados la noche de ayer. Y de esta manera Honduras asegura una medalla en los Juegos Panamericanos en Lima Perú. Desde la entrada de Alejandro al terreno de juego, se vio una Honduras totalmente diferente.
A pesar que se había quedado un poco corto en su nivel futbolistico en los partidos anteriores, Alejandro Reyes, una vez ingresado al campo de juego, le cambió el rumbo de juego a la Sub-23 de Honduras, se encargó de anotar el empate, justo en el momento preciso y de esta manera, le devolvía la vida a todos los involucrados.
El volante ofensivo, no dejó de luchar por una pelota en la media cancha, condujo el balón sin temor, además, tuvo tiempo y espacio para levantar la mirada, algo muy difícil de conseguir en una jugada en donde se implementó la velocidad, más el acompañamiento de la fuerza. El futbolista catracho, sacó un zapatazo, inatajable para el cancerbero mexicano, se encargó de regresarle la vida a los hondureños, era el empate, ante una selección de México que no tiene un nivel superior a Honduras.
Por lo tanto, Reyes, estuvo involucrado en dos escenarios diferentes ante los mexicanos, demostró ser un jugador muy frío, además, la tranquilidad a la hora de disparar en la tanda de penales, calculador y eficiente, acciones suficientes para convertirse en una solución para la Sub-23 de Honduras ante el cuadro Azteca.