Solo un técnico loco se presenta ante Brasil con un equipo débil, vulnerable y que pretenda ganar en su propia casa, ese nivel de locura la ha tenido el uruguayo, Fabián Coito, técnico de la selección de Honduras, y por no tener cordura real, se ha comido una tremenda goleada de 7-0 ante los brasileros.
Jugar contra Brasil con equipos débiles y jugadores que no pasan de la normalidad es sinónimo de respeto y de precaución, hoy, la H no lo ha tenido, Coito soñó que podía ganar, quería asegurarse de tener en el bolsillo a todos los hondureños que habían visto con una ilusión los dos empates que se habían logrado ante la selección de Ecuador y Paraguay, ante Brasil, Coito ha pecado de arrogante, de atrevido, se ha creído muy ganador, ha demostrado no tener las experiencias en estos eventos, confundió todo y la realidad es la tremenda goleada y un fútbol sin ideas el que le ha dejado el partido.
La emoción y la falta de madurez traicionó y derrotó a Fabián Coito, gran responsable de la goleada de este día, solo un técnico loco le juega a una selección de Brasil y de visitante con tres delanteros, Quioto, Ellis y Rojas, la demencia del entrenador de la H le hizo caer en locura extrema, ganar en Brasil, jugar buen fútbol y si era posible derrotar al equipo Carioca en su propia cancha y ante su propia gente. No es el pensamiento de un ganador, son ideas de un loco.
Fabian Coito, demostró no tener la capacidad para darse cuenta que estos partidos se juegan con futbolistas de oficios, que tengan varias características, que sepan jugar tanto por afuera y que tengan el complemento de entrar al centro del campo, la clave era poblar el medio campo y apostar al contragolpe, algo que Honduras ha sabido hacer en toda su historia, evitar que los brasileros se adueñaran del terreno de juego. Coito no tuvo la capacidad con su cuerpo técnico para preveer lo que sucedió, el partido ante Ecuador y Paraguay embriagaron al entrenador y ahora se ha despertado del efecto de la embragues con un vergonzoso 7-0. Recibido ante Brasil.