El Tottenham y el Ajax se hicieron un hueco en las semifinales de la Champions cuando nadie les esperaba, apreciable el recorrido de dos equipos que se merecen soñar en Europa. No están aquí por casualidad, en todo caso por causalidad, sorprendente cómo el cuadro holandés desarboló al Real Madrid y a la Juventus por el camino. Tampoco se quedó atrás el Tottenham de Pochettino, que eliminó contra todo pronóstico al temible City, ahora a solo dos pasos de hacer historia.
White Hart Lane aguarda a una cita sin precedentes ni favoritos. Ten Hag escapa de esa etiqueta nociva que no aporta ventajas y en cambio algunas presuposiciones. Pero llega el Ajax a Londres con el mismo desparpajo con el que se paseó por el Bernabéu y después por Turín, irreverente un grupo de jóvenes que cultivan ese descaro futbolístico desde que entraron en la escuela de Cruyff. Un tributo a Johan, reconocible el sello de un equipo articulado por Ten Hag, capitaneado por De Ligt y por De Jong.
Este Ajax es el resultado final de una generación que empezó a asomarse en la final de la Europa League de 2016 y que ahora parece efímera, en riesgo de descapitalizarse. Grandes instituciones ya han llamado a la puerta del cuadro de Ámsterdam, interesados por el talento holandés, entre ellos el Barça tras la firma de De Jong. El Tottenham, en cambio, logró el pasado verano retener a sus principales estrellas ante la falta de inversión, inédito que no llegase ningún refuerzo para un club que aspira a la Champions.
Con las ausencias de Kane y Son no le quedan muchas alternativas a Pochettino, que podría dar entrada a Llorente, el héroe en el cruce frente al City. El cuadro inglés tiene la capacidad de mutar en el plano táctico, difícil como resulta pronosticar si el argentino querrá protegerse con la defensa de tres centrales para tratar de neutralizar esa mirada obsesiva por el ataque que tiene el Ajax. De ahí que el papel de Moura sea vital para el Tottenham, consciente de que tendrá que aprovechar el juego de transición.
Dicen los técnicos que a estas alturas desaparece el cansancio, contextualizado por la emoción de alcanzar la final de la Champions. Aunque el Ajax acude tras una semana sin competición, sin duda favorecido por la decisión de la liga holandesa de aplazar la anterior jornada para beneficiar a su representante en Europa. Un factor a tener en cuenta en una eliminatoria tan igualada en la que el Tottenham ha logrado su mejor registro. El equipo de Ten Hag, en cambio, regresa a esta fase veintidós años después, sostenido además de los jóvenes por algunos veteranos como Blind o Tadic. No hay miedo a las alturas, preparados para asaltar White Hart Lane como ya hicieron en otros míticos escenarios europeos. Si pudieron con el Real Madrid y la Juventus, también pueden ante el Tottenham. La sensación es que todo es posible.