Tegucigalpa- El Real Madrid se proclamó el pasado sábado campeón del mundo del clubstras derrotar por 4-1 al Al Ain, en un partido sin mucha historia en el que destacó, entre otros, Sergio Ramos.
El capitán blanco marcó uno de los tantos de su equipo y lo celebró encarándose con el público, que no paró de silbarle desde el inicio del partido por la acción que le costó la lesión a Salah en la pasada final de la Champions League.
Unas palabras que contrastan, y mucho, con las que pronunció hace poco más de un año en la previa del partido España-Albania de clasificación para el Mundial de Rusia.
En aquella ocasión quien estaba en el ojo del huracán era Gerard Piqué, pitado sistemáticamente por la afición cuando iba con la Selección, y la opinión de Ramos, muy distinta.
“A la afición no se le puede pedir que haga algo, cada uno tiene libertad de expresión. Es cierto que hay que pensar un poco en el equipo, en la selección y en los que estamos en el grupo. Pedimos que haya buen ambiente en Alicante porque nos jugamos mucho. Luego que cada uno que haga lo que crea conveniente” dijo en rueda de prensa.
Mundo Deportivo