Tegucigalpa – Novak Djokovic volverá al número uno del mundo mañana lunes. Pero la felicidad será incompleta. Le quitó el trono a Rafa Nadal, ausente del torneo in extremis por una lesión abdominal, pero no le igualó en cuanto a número de títulos de Masters 1.000. Seguirá con 32 por los 33 del español, porque un crecido Karen Khachanov le paró los pies París-Bercy: 7-5 y 6-4 en 1h:37.
El joven ruso, de 22 años, confirmó que con su descaro, su 1,98 de altura que le permite lucir un cañón en el saque (acabó con 76% de ganados con primeros y 50% con segundos) y un mazo en la derecha ha dejado de ser un proyecto de futuro para convertirse en presente. Era su primera final de Masters 1.000 y la ganó. En la cuneta acabó dejando a cuatro top-10: John Isner (9º), Alexander Zverev (5º), Dominic Thiem (8º) y al desde este lunes flamante número uno, Djokovic.
Djokovic llegaba lanzado con los títulos de Wimbledon, Cincinnati, US Open y Shanghái, pero también con el peso en la mochila de la dura semifinal contra Roger Federer de más de tres horas. Se colocó 3-1 de inicio, pero luego sufrió dos breaks de Khachanov, que apostó por el riesgo (18 golpes ganadores y 20 errores no forzados en la primera manga) para acabar ganando en la ruleta.
En el segundo parcial, el moscovita que se formó en Barcelona con Galo Blanco rompió para 2-1 y, con aplomo, no dejó que el de Belgrado entrara en el partido. Le neutralizó para llevarse el cuarto título de su carrera y situarse 11º del mundo escalando siete puestos esta semana.
Djokovic, que se plantará aún así en el Masters de Londres desde el próximo domingo como favorito, sumó 600 puntos y detuvo su racha de victorias en 22. Su segunda mitad del año, pese a la derrota en el Omnisports de París, es excelente. Ha sumado 6.690 puntos desde Wimbledon, porque el año pasado una lesión en el codo derecho le dejó a cero. Mañana inicia su cuarto reinado. (AS)