Tegucigalpa – Aunque Gremio tuviera suficientes pruebas de que Marcelo Gallardo no actuó de manera independiente cuando pasó por alto el castigo que le había impuesto la Conmebol y visitó el camarín de River en el triunfo 2-1 sobre los brasileños; era una utopía que la Conmebol pudiera sacar al conjunto millonario de la histórica final ante Boca.
En definitiva, la Unidad Disciplinaria del mayor organismo del fútbol sudamericano confirmó que el técnico argentino se quedará sin dirigir por cuatro partidos, a contar de las dos finales, y que su ayudante Matías Biscay será el encargado de firmar la planilla.
Además, y por imposición del artículo 76.1 del reglamento de la Conmebol, Gallardo estará en calidad de incomunicado cuando vaya al estadio en las dos finales (sábados 10 y 24 de noviembre). No podrá cruzar palabras con dirigidos ni auxiliares desde un palco aislado. Además, deberá pagar una multa de 50 mil dólares por su acción en Porto Alegre.
De esta manera, Argentina descansa luego de que se confirmara la histórica final este mes de noviembre, la cúspide de una de las rivalidades más extremas en el planeta fútbol.