El fútbol hondureño es un desastre, la dignidad de los equipos y jugadores se ha prostituido, ayer quedó reflejado en el partido que Lobos UPN le ganó al Victoria de La Ceiba, un encuentro que ha quedado manchado, ya que el cuadro ceibeño dejó de hacer lo que venía haciendo en sus compromisos anteriores, con un solo objetivo, que el cuadro universitario lograra el triunfo para seguir en la pelea de la permanencia en la Primera División.
Un partido arreglado, un encuentro amañado fue el que se jugó la noche de ayer entre Lobos UPN y Victoria, que no tuvieron la delicadeza de ocultar sobre la cancha el arreglo que se había hecho para que los capitalinos se quedarán con el triunfo, Lobos UPN, llegaba al estadio ceibeño con la moral baja, futbolísticamente no la pasaban para nada bien, así que no tenían otra opción de llegar a un amaño con el Victoria, y de esta manera obtener un triunfo para seguir luchando por mantenerse en la Primera División del fútbol hondureño, ya que se le puso a dos triunfos del Vida de La Ceiba, que tiene un partido pendiente y tendrá que jugar como visitante ante la Real Sociedad de Tocoa.
Fue más que evidente que el partido entre el Victoria y Lobos UPN fuera de compadre hablado, lo que había mostrado el equipo ceibeño ante el Vida y Real España, quedó en la historia, ante éstos dos rivales jugaron a ganar, a obtener un resultado positivo para salvar la categoría, por esa razón no dejaron de correr, los jugadores disputaron sus últimos juegos con dignidad, con mucha entrega, con sangre en los ojos, con amor y respeto hacía la camisa y hacia su propia afición, ayer todo fue diferente, entregaron el partido a un rival que no tiene ninguna idea de juego, a un rival que estaba muerto y que sus jugadores están esperando con ancias a que el torneo termine, que la categoría se pierda y que se regrese a casa a descansar, pero ayer, Victoria les devolvió la vida al dejarse ganar 1-0. Provocando decepción ante su propia afición quienes les gritaron vendidos en pleno partido, ya que tenían la ilusión de que el cuadro ceibeño iba a jugar para obtener un triunfo y de esta manera jugar los últimos encuentros con la idea de clasificar a la liguilla.