Que Motagua deje en el camino al Marathon en esta tarde en su propio estadio, pueda que sea posible, pero no con Eddie Hernández y sus mediocridades como referente en ataque, el delantero del cuadro capitalino está esperando que su equipo quede eliminado en este día para él poder comenzar sus tradicionales vacaciones.
Pensar que Eddie Hernández sea la solución en el ataque del Motagua para buscar la remontada ante Marathon, es cosa de locos, el delantero ha perdido la pasión por el fútbol profesional, no se esfuerza, no quiere correr, no lucha cuando está sobre la cancha, quiere jugar parado, ha perdido la confianza de sus compañeros, ya que lo consideran un pecho frío, que no le importa si el equipo pierde, sin que él se esfuerce al máximo.
De la única manera que Motagua puede soñar con una remontada ante Marathon, es que Eddie Hernández se convierta en el primer jugador que está dispuesto a dar el máximo esfuerzo sobre la cancha, que corra el doble, que intente controlar la pelota cuando esté de espaldas a la meta, que inyecte velocidad en ataque, que le complique las cosas al defensa, que reaccione ante todas las jugadas, que juegue fútbol profesional como los profesionales, que deje de ser un vulgar y un cotidiano pecho frío.