La mediocridad no es ningún impedimento para ganar campeonatos en el fútbol de Honduras, tampoco es impedimento para lograr los objetivos con un equipo grande, pero ser un mediocre, a pesar que obtengas victorias, te hace no identificar a los buenos jugadores, aunque sean mejores que aquellos que has elegido, así como sucedió con Jack Baptiste cuando era jugador del Motagua.
Desde que Baptiste llegó al Motagua, cuando apenas tenía 15 años, el volante central demostró sobre la cancha que era cuestión de tiempo para que él se fuera ganando un espacio en el equipo capitalino, en su debut, dejó una buena sensación, el talento y las buenas condiciones fueron indicadores que era cuestión de tener las oportunidades necesarias para convertirse en un jugador importante para Motagua, solo que había un problema, era el técnico del equipo, Diego Vasquez, quien le hizo la vida imposible al volante central. Ya que este prefería el buen juego que andar pegando patadas al rival y eso no era bien visto por el actual entrenador se la selección de Honduras.
Por falta de oportunidades, Jack Baptiste fue enviado a préstamo al Luodoun United de la liga USL de los Estados Unidos, en donde jugó varios meses, a su regreso, Diego Vázquez le dijo que si él quería quedarse en el equipo, debía darse cuenta que él sería el sexto volante central, así que no entraba en los planes del argentino, por encima de Baptiste estaban todos, incluso, jugadores que son muy limitados, como Yeison Sánchez, cosa que decepcionó al futbolista y decidió salir del equipo, ahora, el buen trabajo y las buenas condiciones que mostró en el Real de Minas y en Lobos UPN lo han llevado a fichar con el Olimpia.