A pesar que los jugadores que cerraron el torneo con el Motagua son extremadamente limitados, el cuadro capitalino creó las jugadas de peligro que se necesita para levantar una copa, solo que se quedaron cortos a la hora de definir y esa fue la verdadera razón por la que el equipo de la “Tota” Medina no pudo coronarse campeones por segunda vez consecutiva.
Fallar todas las oportunidades que se crearon en los dos partidos de final que se jugaron, fue la debacle del Motagua, en el encuentro de ida, el azúl profundo no fue capaz de anotar en el arco de Edrick Menjivar, las cuatro oportunidades de gol que se crearon, todas fueron falladas, mientras que el Olimpia, apenas llegó dos veces a la meta de Marlon Licona, una la desaprovechó Jerry Bengtson y la otra la metió Yustin Arboleda, fue de esta manera que Olimpia terminó ganando 1-0.
En el segundo partido, ese mismo que se jugó la noche de ayer en el estadio ceibeño, Motagua lo volvió hacer, el nuevo subcampeón del fútbol hondureño, creó las mejores oportunidades de gol, pero se mantuvo en lo mismo, nadie fue capaz de enviar la pelota al fondo de la red, Walter Martinez, tuvo miedo de anotar en dos ocasiones, lo mismo Ángel Delgado, Diego Rodríguez, volvió a fallar y Denil Maldonado no pudo enviar de cabeza la pelota al fondo de la red, caso contrario al Olimpia, que mantuvo la contundencia en finales, por esa razón terminó ganando con un global de 3-0.
Mientras que Motagua no tuvo la idea ni la capacidad de anotar un gol en una final que pudo ganar de una manera tranquila si sus atacantes hubiesen hecho el mejor trabajo en la meta del rival. Son segundones por mi ser efectivos a la hora de definir en el arco de Edrick Menjivar.