El deporte llamado fútbol fue agredido en esta tarde en el estadio El Birichiche de Tegucigalpa, los encargados de lastimarlo fueron los equipos de Reservas de Motagua y Lobos UPN, ambos clubes jugaron un partido en donde prevaleció el bajo nivel de los jugadores juveniles que integran ambos planteles. Aún así, Motagua terminó ganando 1-0.
El encuentro se jugó por la segunda fecha del Torneo de Reservas, Motagua llegaba con la obligación de ganar, mientras que Lobos UPN, también buscaba sumar su segunda victoria consecutiva, una vez que inició el partido, ambos equipos quedaron a deber, no han elegido a los mejores futbolistas para jugar en esta categoría, tampoco se vió un trabajo que genere esperanzas que en los próximos encuentros se verá una mejoría en el nivel de los jugadores de ambos clubes. Fue un partido en donde faltó la calidad y la rebeldía fútbolistica que debe mostrar un juvenil.
El primer tiempo fue de lucha, ni Motagua ni Lobos UPN sabían a lo que jugaban, la pelota venía e iba de un lado a otro, no se vió atrevimiento en los jugadores, nada de jugadas individuales, el único que lo intentaba era Andy Hernández, pero el jugador del Motagua, cuando tiene espacio, hace la pausa y cuando tiene que acelerar, detiene el juego, por Lobos UPN no había nadie que llamara la atención, el fútbol que practicaba se ha graduado y con honores con el título de pobreza.
Los primeros minutos fueron para el olvido, Motagua no pasó de tirar la pelota a cualquier lado de la cancha, el entrenador le gritaba a sus jugadores que enviaran en la balón lo más lejos de su meta y los juveniles entendieron a la perfección. 0-0 terminó la primera, sin recordar en qué momento se creó una jugada de peligro en alguna de las dos porterías.
En la segunda parte, los equipos siguieron en lo mismo, ninguno intentaba jugar un buen fútbol, Motagua y Lobos UPN se quedaban en corto, el técnico de Motagua no se atrevía a hacer un cambio, estaba felíz con el fútbol vago que jugaba su equipo, el ritmo de juego era el mismo, había luchas y más luchas, los muchachos se entregan a todo pulmón, pero no pasaban de ahí, no están entrenados para dar cinco pases seguidos, desconocen lo que es una pared, confunden todo a la hora ganar la línea de fondo, los porteros de ambos equipos no intervenían en el juego, fueron unos espectadores, los delanteros no generaban peligro, no se veían jugadores que intentaran hacer las diferencias, demostraron que les falta entrenamientos.
El único gol del partido llegó gracias a un tremendo error que cometió el portero de Lobos UPN, quien no pudo quedarse con la pelota después de un débil centro que enviaron desde la derecha y lo aprovechó el recién ingresado, Isaac Estrada, y pudo meter la pelota al fondo de la red. Después del gol, el partido se mantuvo igual, Lobos UPN se fue al frente, pero no pasó del intento.
