La temporada que tuvo Edwin Solani Solano no fue para nada buena, se quedó corto, no abonó lo suficiente para que Marathón pudiera lograr los objetivos trazados, el atacante mantuvo un bajo nivel de juego en el torneo local y en el internacional, también dejó mucho que desear.
Apenas pudo anotar dos goles en el Torneo de Apertura, a pesar que fue un jugador que se ganó la confianza del técnico, “Tato” García, el diminuto se quedó en deuda con su rendimiento, fue tan bajo que no llenó las expectativas en el campeonato, mostró el rendimiento más ordinario de lo normal, nada que ver con el Solano de otras temporadas.
Fue más benevolente de lo normal el técnico del equipo con el atacante, lo puso a jugar en varias posiciones, con el fin de encontrar el mejor lugar para el futbolista, pero el resultado fue el mismo, cuando lo metió a jugar por los costados, no pasó de estar alejado de la meta, como centro delantero, Solano demostró que no sabe jugar la posición, encontrar una solución con la pelota de espaldas al defensa y a la portería, fue más difícil de lo pensado para el futbolista, quien se convirtió en un cadáver dentro de la cancha para conseguir los objetivos fallidos del Marathón.