«La alimentación no es buena, nosotros aquí comemos arroz, frijoles, huevos y carne, no es una comida directamente para deportistas, sin embargo así salimos adelante, con eso te diría que quizá nos hemos acomodado»
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Tegucigalpa, Honduras. A pesar que carece de todo lo necesario que debe tener un deportista de alto rendimiento, no ha sido un impedimento para que Keyla Avila logre todos sus objetivos, las dificultades y el poco apoyo recibido, la llevaron a estar en las 25 mejores del mundo en su categoría, el sacrificio y el amor al Taekwondo no la obligan a renunciar a este deporte, al contrario, el esfuerzo y el profesionalismo, la han llevado a conseguir dos medalla en diferentes competencias, la última, el bronce que logró en Barranquillas.
Keyla ¿Por qué has decidido el Taekwondo, los garífunas siempre eligen otros deportes?
Yo estuve en un proceso donde en el colegio yo jugaba basquetball, me sacaron de allí y me trajeron para prácticar otro deportes y clasifiqué para Taekwondo, por la estatura, el peso y sin embargo me quedé ahí.
¿Siempre te llamó la atención desde un principio?
Sí, siempre fui peleona en la calle, cuando era una niña, entonces si me gustó y al paso del tiempo ya no seguí peleando en la calle y me quede aquí.
¿Cuantos años tenes de estar metida en esto?
Tengo trece años.
¿Cómo ha transformado este deporte tu vida?
Bueno, me ha servido porque mis padres llegaron a un momento en el que ya no se responsabilizaban de mí, siempre estuvieron pendientes pero me hicieron ser independiente, siempre necesité una ayuda y esa me la dio mi entrenador, a quien también considero parte de mi proceso y parte de mi familia.
¿Cómo es posible que a pesar de todos los malos tratos que se les da en la villa olímpica, vos siempre vas, te rifas la vida contra todo y en ciertos momentos ganas?
Bueno, la alimentación no es buena, nosotros aquí comemos arroz, frijoles, huevos y carne, no es una comida directamente para deportistas, sin embargo así salimos adelante, con eso te diría que quizá nos hemos acomodado.
¿Cómo se alimentan las personas contra las que competís?
Ellos se alimentan con comida buffet, tienen de todo, lo digo porque yo he estado en el centro de alto rendimiento de México y siempre hay buffet, hay comida para todo lo que se ocupe, para bajar y subir de peso y nosotros pues hacemos maravillas con lo que tenemos.
¿Ese arroz, huevo y frijoles se come dos veces a la semana o es de todos los días?
Todos los días, me gustaría que los atletas que nos siguen tuvieran el proceso de un buffet, de saber que ellos vienen representando nuestro país y nuestras comunidades, nuestros padres, pero venimos a adaptarnos algo que nosotros no podemos cambiar.
Pero ustedes salen al extranjero y representan bien al país. ¿Por qué tendría que haber un cambio?
Es el deseo de seguir adelante, el deseo de saber que lo tenes que hacer para salir adelante, atrás de mi viene mi hija y yo cada vez que me paro no pienso ni en mi familia, pienso en ella.
¿Se te ha ocurrido hacer una protesta en contra de eso?
Sí, me ha pasado, pero yo sola no puedo contra el mundo, a veces nosotros somos criticados porque no lo hicimos bien, pero ellos no saben por lo que nosotros pasamos.
¿Qué tantas dificultades pasan ustedes como atletas de alto rendimiento?
Muchas, incluso desde el momento que entrenamos a nosotros nos dan las protecciones cada cuatro años, nosotros no tenemos apoyo más allá del comité y a veces de las federaciones.
¿Y cómo subsisten?
Nosotros salimos con lo que tenemos, las ganas de luchar y sobrevivir.
¿Pero cómo entras a las competencias, has sentido algún sentimiento de pánico y miedo?
Como te digo, de pánico no, miedo a veces, pero yo me paro y digo, Yo soy Keyla Ávila, atrás de mi viene mi hija, todo lo que yo estoy haciendo es para mi hija.
Tu salario es pírrico, ¿Cómo haces para competir con esa cantidad de dinero?
Yo prefiero que a mí me falte y no a mi hija, yo sé que no es mucho dinero, pero trato de que a ella no le falte nada porque yo ya sé cómo vivir la vida, pero ella no.
¿Por qué no exigís un aumento? ¿Has hablado con los federativos y les has dicho que una campeona merece vivir dignamente?
Claro, lo he exigido, he mandado notas y sin embargo no les importa entonces no se con quién peleo, no sé con quién lucho.
¿Has pensado hacerte a un lado, tanto sacrificio sin ninguna recompensa?
Si, lo he pensado ya que una vez estando en mi comunidad nunca pensé en volver a salir a la ciudad, no te voy a decir que la estoy pasando mal, gracias a Dios siempre he vivido bien, ahora que veo que mis padres van para viejos, yo voy para adulta y no quiero ser una carga para ellos, ahorita estoy pensando en hacer casa para mí y mi hija y a pesar que solo gano poquito estoy avanzando poco a poco.
Por lo general a los buenos atletas el gobierno o el comité al que pertenecen les regala la casa. ¿Qué onda con vos?
Bueno, en el mundial de Puebla, cuando estaba Pepe Lobo de presidente, el me dío una casa que nunca llegó, incluso, lo hicieron por escrito, él lo firmó y nunca llegó, tengo la nota guardada y he pedido en el gobierno de Juan Orlando que me den mi casa, ellos me dijeron que si, nunca hubo un avance, me cansé y lo estoy haciendo por mi propia cuenta, de poco a poco pero ahí voy, para que cuando me toque salir de aquí no irme a la casa de mis padres.
¿Pero dónde está la casa que te iba a dar el presidente Lobo?
No sé que paso, en eso él iba de salida. habría que preguntarle, aun sigo esperando.
¿Cómo es tu vida, la gente reconoce en la calle?
A veces si, a veces no, a veces trato de cambiar el estilo porque la gente dice que como somos deportistas tenemos dinero, pero cuando te das cuenta ves que no es así, la vida de famosos es difícil porque creen que estas ganando millones y no es así.
Pendientes de la segunda parte de la entrevista.